SACRIFICIOS HUMANOS
El Señor David Icke compartió un poco conmigo. Me dijo que la gente de cabello rubio es sacrificada por los Chitauri, y yo le contíé, a cambio, lo que sabía de ífrica.
No todos los africanos tienen cabello negro. Hay africanos que son considerados muy sagrados, muy santos. í‰stos son los nacidos con cabello rojo natural, los cuales se cree que tienen un gran poder espiritual. En ífrica, tales personas, africanos pelirrojos, eran víctimas de sacrificios, especialmente cuando llegaban a su madurez - fueran hombres o mujeres.
Hay algo más. Esta es una de las muchas cosas que a los Chitauri les gusta hacer en sus cuevas subterráneas, donde muchos fuegos se mantienen ardiendo. Nos han dicho que cuando un Chitauri se enferma comienza a perder una gran parte de su piel, es una enfermedad que los deja en carne viva.
Cuando estas criaturas se enferman así, una joven, una virgen, es usualmente secuestrada por un sirviente de los Chitauri y llevada a algún lugar subterráneo. Allí la chica es atada de pies y manos, la envuelven en una manta dorada, y la obligan a acostarse al lado del Chitauri enfermo, semana tras semana. Le dan comida, pero la mantienen amarrada y sólo la sueltan a veces para que pueda hacer sus necesidades.
Se dice que luego que el Chitauri muestra señales de recuperación, entonces a la chica humana se le permite escapar. Le dan la oportunidad de escaparse, una oportunidad que en realidad no es tal. Cuando se escapa, cuando comienza a correr, es perseguida subterráneamente por unas criaturas de metal voladoras, y es recapturada en su máximos momentos de miedo, y totalmente exhausta.
Posteriormente, la acuestan en un altar de piedra y es cruelmente sacrificada. El Chitauri enfermo bebe de su sangre y se recupera. Pero la chica no debe ser sacrificada hasta estar muy, muy, muy asustada, porque si no está asustada, se dice que su sangre no salvará al Chitauri enfermo.
En efecto, debe ser sangre de un ser humano muy asustado. Ahora, la costumbre de perseguir a la víctima fue practicada por caníbales africanos. En tierra Zulú, en el último siglo, había caníbales, y sus descendientes, incluso ahora, te dirán, si confían en ti, que la carne del ser humano asustado y obligado a correr largas distancias tratando de escapar, sabe mejor que la carne de alguien que fue sencillamente asesinado.
Se dice que cerca de mil niños desaparecen cada mes en Sudáfrica. Desaparecen y jamás se vuelve a saber de ellos. Muchos creen, especialmente los periodistas, que es el resultado de asuntos de prostitución. Pero yo no pienso eso. Si verifican las historias de estos niños, no son de la calle. Son destacados niños estudiosos que sobresalen de los demás. No solo eso, tambiíén han desaparecido mujeres.