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Autor Tema: LA REALIDAD PROGRAMADA  (Leído 520 veces)

Scientia

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LA REALIDAD PROGRAMADA
« en: Febrero 28, 2017, 08:33:06 pm »
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LA REALIDAD PROGRAMADA


“Hemos sido drogados en un estado de sumisión y conectados a una matriz falsificada de realidad virtual, diseñada con el propósito de mantenernos aplacados y sujetos al mecanismo de extracción de nuestra energí­a emocional por acción de toda suerte de psico-dramas virtuales”.
“La Realidad no es más que una ilusión, si bien una bastante persistente”, dijo de manera harto elocuente Albert Einstein, expresando a su manera un concepto bastante antiguo.

Mientras que el Hinduismo se refiere a esta ilusión con el nombre de 'maya', la cultura moderna le llama 'la matriz'.

La Matriz es el mecanismo holográfico metafí­sico a travíés del cual experimentamos nuestra realidad fí­sica, de la misma manera que un aparato de televisión sintoniza en forma selectiva un canal de entre una amplia gama de frecuencias.

Lo que percibimos como realidad es una proyección electromagníética proveniente de una fuente dimensional más alta. Pero a diferencia de la estación de televisión, que solamente transmite una serie limitada de frecuencias hacia el entorno tridimensional, esta fuente dimensional más alta irradia todas las frecuencias hacia todas las dimensiones.

La matriz sirve para limitar el ancho de banda y el número de dimensiones que percibimos con la finalidad de crear un “programa” coherente que no solamente miramos, sino uno con el que podemos interactuar.

Coordina, regula y mantiene en funcionamiento una arena o escenario común por medio del cual nosotros, como seres conscientes individualizados y poseedores de la condición del libre albedrí­o, batallamos contra la voluntad de otros seres y enfrentamos las consecuencias de nuestras propias acciones. En las densidades superiores, tales como las que experimentamos durante el sueño, la muerte o la proyección astral, cada quien puede crear su propia realidad subjetiva dentro de la que no se viola el libre albedrí­o de otros individuos.


Si bien esto puede parecer divertido, escasamente sirve para que ganemos conocimiento o experiencia alguna.

Con la finalidad de acelerar el ritmo de nuestro progreso espiritual, la matriz conecta nuestras realidades en una sola realidad consensual y objetiva. Es la matriz la que suministra un substrato fí­sico a travíés del cual podemos aprender, tanto de nuestra inercia como de la solidez e individuación de los otros, el verdadero valor de sobreponernos por encima de las tribulaciones.

Sin esta matriz, la naturaleza fí­sica objetiva y la opacidad de las libres voluntades de los otros seres son inexistentes; no acumulamos experiencias puesto que no hay nada que experimentar. Podrí­a ser que aquellos que sienten que este mundo es una prisión estíén justificados en su sentir, ya que somos todos parte de la misma cuadrilla espiritual de individuos encadenados unos a otros

El proceso de generación de la materia fí­sica por parte de la matriz ocurre a nivel cuántico.

Una vez que la fuente electromagníética proveniente de una dimensión superior es filtrada a travíés de la matriz, surge en nuestro universo con la apariencia de un fotón o partí­cula de luz. De hecho todos los fotones que forman el universo son fragmentos holográficos de la fuente original. Así­, no obstante que la fuente es singular y más elevada desde el punto de vista dimensional, a partir de ella se generan las múltiples versiones propias de dimensiones inferiores que llamamos fotones.

Más aun, la materia fí­sica está formada por estos fotones. Cuando quiera que los fotones dejan de viajar en forma de vector o rayo para describir en cambio una órbita circular, la energí­a contenida en ellos queda atrapada en un espacio confinado para formar una partí­cula sub-atómica de materia estable.

De esta manera nuestro complejo universo en realidad se deriva de una fuente singular, ilustrando de manera cientí­fica el eslogan metafí­sico de “el todo es el Uno”.

La fuente original no solamente es un proyector de la realidad fí­sica, sino tambiíén de la consciencia individual. En última instancia inclusive la materia es consciencia, si bien a un nivel básico. Así­, se puede denominar consciencia de nivel básico al tipo que forma la materia, para distinguirla de la consciencia individual que solamente los seres vivos poseen.


Como seres conscientes, filtramos nuestras percepciones del mundo fí­sico cuando estamos despiertos y creamos realidades virtuales cuando dormimos, de la misma forma en que la matriz filtra la fuente original y crea nuestra realidad fí­sica.

Esto nos sugiere que la matriz es una entidad consciente de nivel básico dentro de cuyo “sueño” nosotros comúnmente residimos. La matriz nos suministra el sueño, programa o juego, que nosotros luego nos damos a la tarea de jugar.

Al conectar nuestras realidades de esa manera se obtiene como resultado un míétodo de aprendizaje bastante novedoso, susceptible de ser implementado en las dimensiones superiores pero no siempre puesto en práctica allí­ debido a la particular preferencia de los seres en dimensiones superiores por crear y jugar su propio juego.

Nuestra matriz no es la única, sin embargo. La realidad que estamos experimentando no es más que una entre muchas, reflejando cada una de ellas ligeras variaciones en lo referente a las reglas básicas y los objetivos del programa.

Cuando completamos este programa, al cabo de muchas vidas, pasamos a otro diferente.

Adicionalmente a la matriz principal responsable de sustentar la estructura fí­sica de nuestro universo, existen tambiíén otras matrices secundarias. La Tierra misma es hogar de numerosos programas de matriz secundaria, y otros planetas hacen lo suyo propio. Estas matrices secundarias se encuentran geográficamente aisladas unas de otras, y para su existencia dependen de la red energíética que es suministrada por acción de los campos geomagníéticos locales, y sobre esta red se manifiestan, de la misma manera que un celuloide cinematográfico depende de un pantalla sobre la cual pueda proyectarse.

Lo que esto nos indica es que a pesar de que existe una gran matriz que abarca la realidad fí­sica, hay tambiíén otras matrices menores que se proyectan en diversos planetas y sus locaciones geográficas, originadas ya sea de manera artificial por medio de tecnologí­as metafí­sicas, o bien a partir de la consciencia colectiva de las formas de vida residentes allí­.

Estructuras megalí­ticas tales como las de Stonehenge o las pirámides son ejemplos de tecnologí­a metafí­sica utilizada para mantener o modificar la estructura de la red energíética local con la finalidad de facilitar la atenuación, la amplificación, o los cambios en el programa de la matriz que afecta al planeta entero.

Puesto que la matriz sirve para filtrar la realidad y la percepción que uno tiene de ella, al ingresar dentro de ciertas áreas que se encuentran bajo fuerte influencia de una matriz secundaria se opera una alteración de la consciencia personal.

El campo magníético de la Tierra funciona como una interfaz entre la realidad fí­sica y las matrices secundarias a las que se encuentra conectada la consciencia individual. Como consecuencia de anteriores inversiones del polo magníético ha habido extinciones masivas de las formas de vida a raí­z de la caí­da severa del campo geomagníético, dando como resultado el que los seres son desconectados de sus cuerpos fí­sicos.

Debe hacerse notar aquí­ que la vida consciente conectada a un cuerpo fí­sico, está además conectada a una matriz. Al haber un cambio en la matriz, ocurre tambiíén un cambio en la consciencia. Pero más importante aún, al haber un cambio en la consciencia, ocurre tambiíén un cambio en la matriz menor.

Este es un punto crucial al tratar de encontrar una solución para el siguiente problema.

En el pasado, la matriz secundaria de este planeta funcionaba de manera autoregulada, o cuando menos, era regulada por sus mismos usuarios.

Recientemente, sin embargo, esta situación ha cambiado:
tal parece que nuestra matriz ha sido usurpada.
Trataremos de identificar a los usurpadores definiendo primeramente las cuatro clases diferentes de seres individualmente conscientes:
seres de orden cero
seres de primer orden
seres de segundo orden
seres de tercer orden
La fuente originaria puede ser clasificada como ser de orden cero.

Cuando la fuente proyecta un fragmento holográfico de sí­ misma se produce lo que se llama un ser de primer orden. De la misma forma, cuando un ser de primer orden proyecta una copia menor de sí­ mismo, esta se llama ser de segundo orden, y cuando este a su vez proyecta una parte de sí­ mismo, crea un ser de tercer orden.

Como es sabido, cuando se hacen copias de un original, la resolución disminuye con cada generación. De igual manera, los seres de primer orden son menos poderosos que la fuente, y los seres de segundo orden son menos poderosos que los de primer orden.

Resulta evidente pensar, a estas alturas, que el ser de orden cero es sinónimo de dios, la semilla original en infinita de todo el potencial de consciencia existente así­ como fuente a partir de la cual se proyectan tanto la realidad fí­sica como las unidades individuales de consciencia.

Entre los seres de primer orden (Nivel de Consciencia Básico o NCB) se incluyen los que ciertas teogoní­as antiguas llaman Demiurgos, representados en una gran variedad de panteones y mitos creacionistas como los arquetipos o dioses creadores que dieron origen a nuestra realidad, así­ como a los seres de segundo orden. Entre estos últimos se cuentan los seres humanos.

Puesto que la matriz existe fundamentalmente para el progreso espiritual de los seres de segundo orden, los seres humanos están dotados de ciertas habilidades creadoras que en alguna íépoca eran utilizadas de manera rutinaria.

Somos los jugadores dentro del juego de la matriz y podemos escoger modificar sus reglas o bien dejar el juego por completo, siempre y cuando estemos conscientes de nuestras habilidades y no tengamos restricciones impuestas a la hora de utilizarlas.

Al igual que dios, tambiíén tenemos la capacidad de crear otros seres que son menores que nosotros mismos en cuanto a poder y función.

No creas que esto acaba aqui hay mucho mas en

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