Agencias
El gobierno venezolano ha comenzado la expropiación de panaderías e incluso ha llevado ante el Ministerio Público a varios encargados de estos establecimientos.
Las panaderías venezolanas son el último sector que se encuentra en la mira del gobierno del presidente Nicolás Maduro. (Bloomberg)
El gobierno de Venezuela expropió dos panaderías en Caracas, en respuesta a lo que llama la "guerra del pan", un supuesto complot para inducir la escasez del producto y causar malestar.
Los establecimientos pasarán a manos de los Comitíés Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), grupos comunales que distribuyen alimentos a precios subsidiados en zonas populares, informó en una entrevista difundida este jueves el superintendente para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, William Contreras.
El funcionario justificó la expropiación de los locales al acusarlos de cobrar las barras de pan por encima del precio, acorde a su peso, establecido por el gobierno.
"Tienen producción continua, pero ¿cuál es la primera novedad? Que el pan canilla (barra de pan) debe pesar 180 gramos. Estos señores lo procesan en 140 gramos y lo cobran como de 180", denunció Contreras en el diario de línea oficialista Ciudad Caracas.
Las panaderías venezolanas son el último sector que se encuentra en la mira del gobierno del presidente Nicolás Maduro mientras crecen las filas para comprar pan en la capital, Caracas.
El gobierno ordenó a los panaderos usar el escaso suministro de harina que reciben para elaborar pan, cuyo precio está regulado, y dijo que sólo el 10 por ciento se puede utilizar para preparar los productos dulces no regulados y costosos que gustan a los venezolanos, como los cachitos.
Este pan es una especie de croissant que puede rellenarse con jamón o queso-. El gobierno envió esta semana inspectores de precios a cientos de panaderías de Caracas para asegurarse de que la orden se estaba cumpliendo.
"Habrá un equipo político para cada panadería para que tengamos vigilancia y control permanente sobre las 709 panaderías de Caracas", dijo el vicepresidente Tareck El Aissami el domingo. " Identificamos parte de las conspiraciones del saboteo para entregarle pan al puebloâ€.
El ente regulador de precios de Venezuela, la Sundee, dijo en un comunicado el pasado miíércoles que varios encargados de panadería habían sido puestos a la orden del Ministerio Público por usar el suministro de harina para elaborar solamente pan dulce, cachitos y otros productos de alta gama. Otros dos panaderos fueron detenidos por hacer brownies con harina que estaba vencida, dijo la Sundee.
FILAS PARA EL PAN
Las filas para comprar pan son una imagen común en Caracas en los últimos meses en tanto la gente espera para poder comprar un pan regulado que puede costar tan sólo 650 bolívares (unos 92 centavos de dólar al tipo de cambio legal más díébil y mucho menos al tipo ilegal del mercado negro).
Con la mayor inflación del mundo que alcanza los tres dígitos, las panaderías sobrevivieron vendiendo artículos más caros y no regulados a clientes de clase media y alta que pueden pagar los 2 mil bolívares que puede costar ahora un cachito.
Alrededor del 80 por ciento de las panaderías han visto reducidas a cero sus existencias de harina, y el 20 por ciento restante recibió cerca del 10 por ciento de su suministro mensual habitual, dijo el sindicato de panaderos Fevipan en un comunicado.
En lo que va del año, las importaciones venezolanas de trigo se redujeron en 200 mil toneladas a 1.3 millones de toneladas a medida que la mala situación económica afecta la demanda, dijo el Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos en su informe de marzo.
Desde que Nicolás Maduro asumió el poder en 2013, se ha producido una debacle económica que casi no tiene precedentes fuera de las íépocas de guerra y en la que es cada vez más común que escasee de todo, desde los alimentos hasta los medicamentos.
El gobierno ha reducido las importaciones para intentar mantenerse al día con las obligaciones de su deuda externa en momentos en que las reservas de divisas se encuentran cerca del nivel más bajo en quince años de 10 mil 400 millones de dólares.