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Autor Tema: 75 PENSAMIENTOS MAGISTRALES: LAO TSE  (Leído 502 veces)

Scientia

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75 PENSAMIENTOS MAGISTRALES: LAO TSE
« en: Marzo 29, 2017, 01:49:25 pm »

75 PENSAMIENTOS MAGISTRALES: LAO TSE


http://senderodelmago.blogspot.com.es/2017/03/75-pensamientos-magistrales-lao-tse.html?spref=fb

Estos pensamientos magistrales te harán reflexionar sobre ti mis, sobre la vida y la existencia en general. Esperamos que te gusten.
El agua es suave y dócil. Pero mina y corroe lo duro. En el vencimiento de lo duro, ella no tiene iguales. Lo suave y lo tierno vencen a lo duro y lo grosero.
La violencia, aunque bien intencionada, siempre rebota sobre uno mismo.
El que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.
Aquel que puede conquistar a los enemigos es fuerte. Aquel que se ha conquistado a sí­ mismo es poderoso.
Si eres flexible, te mantendrás recto.
Quien interfiere en asuntos ajenos y encima habla demasiado se vuelve insoportable para los demás.
Anticipa lo difí­cil gestionando lo fácil.
El hombre vulgar cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
Da y tendrás en abundancia.
Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
En el centro de tu ser tienes la respuesta; sabes quiíén eres y sabes lo que quieres.
El conocimiento es un tesoro, pero la práctica es la clave para ello.
Deja de pensar, y termina con tus problemas.
Toda acción provoca reacciones.
La amabilidad en palabras crea confianza. La amabilidad en el pensamiento crea profundidad. La bondad de dar crea amor.
El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difí­cil.
El que sabe atar no usa cuerdas ni nudos, y, sin embargo, nadie puede desatar lo que íél ha unido.
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
La persona sabia no ambiciona el poder y evita la opulencia, el lujo y la prodigalidad.
Que tu cuerpo y tu alma vital estíén unidos en un abrazo sin separación.
Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
El que está satisfecho con su parte es rico.
La perfección del que imparte órdenes es ser pací­fico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
Para conducir la gente, camina detrás de ellos.
Y el respeto conlleva el bienestar. El bienestar contribuye al proceso creativo.
El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
El silencio es una fuente de gran fuerza.
Dominar a otros es fortaleza. El dominio de sí­ mismo es el verdadero poder.
El buen hombre es el maestro del malo, y el mal hombre es la lección del bueno.
Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.
Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vací­o que hay entre sus paredes.
No hay mayor peligro que subestimar a tu oponente.
Todo lo difí­cil debe intentarse mientras es fácil.
Aquel que conoce a las personas es razonable. Aquel que se conoce a sí­ mismo es iluminado.
El que mucho promete rara vez cumple su palabra.
¡No busques exhibirte! La persona sabia que ha conocido su esencia superior no se entrega al narcisismo ni se enaltece.
Cuanto más lejos se va, menos se sabe.
Haz las cosas difí­ciles mientras son fáciles y haz las grandes cosas mientras son pequeñas. Una jornada de mil millas debe comenzar con un solo paso.
La vida en el paí­s debe ser tal que las personas no quieran dejarlo.
Los diferentes sonidos, uniíéndose, crean la armoní­a.
El amor es de todas las pasiones la más fuerte, ya que ataca al mismo tiempo la cabeza, el corazón y los sentidos.
Los caminos pueden ser guí­as, pero no senderos trazados.
Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.
No hay que verter agua en un vaso lleno. Y no tiene ningún sentido afilar demasiado la hoja del cuchillo.
Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejíércitos.
No te quejes de sufrir, que así­ aprendes a socorrer.
De esta manera, existencia e inexistencia, lo difí­cil y lo fácil, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo permiten conocer lo uno y lo otro.
Grandes actos se componen de pequeñas obras.
Las palabras de la verdad son siempre paradójicas.
Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
El que sabe que suficiente es suficiente siempre tendrá suficiente.
Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.
El mejor luchador nunca se enfada.
Ser profundamente querido por alguien te da fortaleza, y querer profundamente a alguien te da valor.
Si no cambias la dirección, puedes terminar donde has comenzado.
Una hormiga en marcha hace más que un buey durmiendo.
El hombre sabio no acumula. Cuanto más ayuda a los otros, más se beneficia íél mismo. Cuanto más da a los otros, más obtiene íél mismo.
El sabio no enseña con palabras, sino con actos.
Un buen guardián no necesita rejas ni cerrojos, y, sin embargo, es imposible abrir lo que íél cerró.
El que sabe no habla, el que habla no sabe.
No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.
Un buen caminante no deja huellas.
Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.
La palabra adornada no es sincera.
Cuando dejo de ser lo que soy, me convierto en lo que podrí­a ser.
La manera de hacer es ser.
He aquí­ mis tres tesoros. Guárdalos bien. El primero es la piedad; el segundo, la frugalidad; el tercero, la negativa a ser la primera de todas las cosas bajo el cielo.
El valor de un acto se juzga por su oportunidad.
Cuando estas contento con ser simplemente tú mismo y no te comparas o compites, todo el mundo te respetará.
Debido a un gran amor, uno es valiente.
Gobierna mejor quien gobierna menos.
Quien pretende el dominio del mundo y mejorar íéste, se encamina al fracaso. El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado. Quien lo domina lo empeora, quien lo tiene lo pierde.
Si practicas la equidad, aunque mueras no perecerás.
Poca fe se otorga a los que tienen poca fe.
Un hombre con coraje externo se atreve a morir; un hombre con coraje interior se atreve a vivir.