Las informaciones e esclarecimientos que el Espiritismo ofrece no generan conflictos con los enseñamientos de Jesús, muy al contrario. Es claro que en aquella íépoca El no podría dar explicaciones sobre reencarnación, las leyes de la evolución, de acción y reacción etc., porque no Lo entenderían, más prometió enviar el Espíritu de Verdad, en el debido tiempo, para decir toda la verdad y recordar al mundo sus enseñamientos.
Dicen algunas religiones cristianas que el Comforter, el Espíritu de Verdad, habría venido en el Pentecostíés. Mas en el Pentecostíés no se justificaba a alguien venir a decir todas las verdades, puesto que Jesús ya había dicho todo lo que la humanidad de aquellos tiempos podría suportar, conforme El mismo afirmó. Más allá de eso, en el Pentecostíés no hubo cualquier revelación. Tambiíén no había motivos para alguien venir a recordar los enseñamientos del Maestro, porque estos estaban todavía muy vivos en las mentes y corazones de sus seguidores.
Mas en el siglo XIX esos enseñamientos ya estaban muy olvidados por los cristianos cuando el Espíritu de Verdad vino, a travíés de la mediunidad, recordándolos, trayendo todavía todas aquellas informaciones y explicaciones que Jesús no pudiera dar en aquella íépoca, cuando no podrían entenderlo. Ahora, sin embargo, en otros niveles del conocimiento y despuíés de tantos siglos de cristianismo, la humanidad ya estaba madura para recibir más esclarecimientos sobre la vida y los mecanismos de la evolución.
El aprendizaje de la humanidad es semejante al de un niño, que sólo va recibiendo enseñamientos de acuerdo con su capacidad de asimilación y entendimiento, en el transcurrir de su crecimiento y madurez.
Tambiíén el título, Comforter, se ajusta como guante al Espiritismo.
Hay consuelo mayor que saber:
a) que nuestros seres queridos que murieron no están muertos, están más vivos, continuando su evolución en una otra dimensión de la vida y que, eventualmente, podrán hasta así mismo comunicarse con nosotros a travíés de la mediunidad;
b) que ninguno irá para el infierno a sufrir por la eternidad afuera;
Y a los que cargan terribles pesos en la conciencia sólo puede haber consuelo si fueren informados de que podrán un día reparar el mal que hicierom, aunque sea en una futura encarnación.