https://www.atlantotec.com/es/principios/sistema-nervioso-vegetativoEl Atlas y el sistema nervioso vegetativo
(sistema nervioso parasimpático)
Trastornos gastrointestinales, arritmia cardiaca, sensación de entumecimiento, trastornos de la sensibilidad, fatiga crónica, trastornos del sueño, mal funcionamiento de los órganos de los sentidos...
¿Habrías pensado alguna vez que un solo hueso pudiera ser responsable de todos estos trastornos?
Durante los movimientos normales del cuerpo y de la cabeza, las diversas estructuras vasculares, neurales y linfáticas se pueden estirar o comprimir temporalmente.
Estas compresiones son momentáneas y no crean ningún tipo de problemas: el cuerpo, en efecto, está preparado para el movimiento.
Al contrario, las presiones generadas por el Atlas desalineado, en las relativas estructuras, son constantes!
Anatomía del sistema nervioso vegetativo
Alrededor de la víértebra Atlas fluyen diversos nervios, que forman parte del sistema nervioso vegetativo. Del cerebro tienen origen en total 12 pares de nervios craneales, respectivamente uno a la derecha y uno a la izquierda.
El nervio vago, o díécimo par craneal, es el nervio más grande y más importante del sistema nervioso parasimpático (forma parte del sistema neurovegetativo) y está involucrado en la regulación de las funciones de casi todos los órganos internos. El nervio vago inerva la laringe, la faringe, el esófago superior, parte del conducto auditivo externo, el corazón, los pulmones, el estómago, el intestino e incluso algunos músculos.
vagus
El nervio accesorio, llamado tambiíén onceavo par craneal, es un nervio motor, es decir regula la actividad muscular. Entre los diversos músculos controlados por el nervio accesorio están el trapecio (musculus trapezius) y el esternocleidomastoideo (musculus sternocleidomastoideus) o ECOM.
El nervio glosofaríngeo, llamado tambiíén noveno par craneal, es el nervio que lleva las señales de la parte posterior de la lengua al cerebro e inerva los músculos de la faringe. Es importante para la deglución y la activación de la glándula parótida.
Los tres nervios craneales descritos anteriormente bajan por el cráneo a travíés del foramen yugular, que se encuentra justo delante del Atlas. Y exactamente lo que ocurre en este estrechamiento para la medicina tradicional es prácticamente desconocido: la mala posición del Atlas puede ejercer una presión en los nervios citados anteriormente y provocar dolores que son inexplicables para los míédicos.
Pero aquí está la buena noticia: con un solo tratamiento, la mala posición del Atlas se puede resolver.
Efectos de la mala posición del Atlas sobre el sistema nervioso
clessidra gialla
Una desalineación del Atlas puede:
restringir el paso entre el canal vertebral y el foro de la base del cráneo, con una reducción del espacio disponible para la medula espinal. De esta manera el flujo de impulsos electroquímicos se altera o se bloquea;
ejercer presión sobre varios nervios: nervio glosofaríngeo, nervio vago, nervio accesorio y nervio occipital;
perturbar el flujo del líquido cerebroespinal en el canal vertebral. Este líquido, llamado tambiíén líquido cefalorraquídeo o simplemente LCR, tiene funciones nutrientes, protectoras y de amortiguación para la medula espinal;
crear desequilibrio músculo-esquelíético, lo que lleva al endurecimiento de diferentes músculos que a su vez comprimen los nervios sobresalientes entre las víértebras C5, C6 y C7. Estos últimos nervios inervan el brazo y si se comprimen se produce una sensación de entumecimiento en las manos o en los dedos (parestesias).
Otros efectos sobre el sistema nervioso
Un Atlas desalineado, además de las consecuencias sobre el sistema nervioso vegetativo, puede tener tambiíén efectos negativos sobre el sistema nervioso perifíérico, como por ejemplo en el caso del síndrome de compresión nerviosa perifíérica. Gracias a las cadenas musculares particularmente endurecidas, determinados nervios se comprimen durante su recorrido. Uno de los fenómenos dolorosos posibles es el síndrome de compresión del nervio ciático.
En este caso el músculo piriforme contraído, aplasta el nervio ciático y consiguientemente, se produce un dolor en la zona de los glúteos y en la parte posterior de las piernas, lo que se llama tambiíén ciática.
¿Sabías que un Atlas desalineado puede incluso desencadenar una neuralgia en el glúteo o la falta de sensibilidad en los dedos?