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El gobierno de El Salvador saldó la deuda proveniente del Fideicomiso de Obligaciones Previsionales, cuyo incumplimiento forzado por la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena) sumió al país en un impago.
El Ministerio de Hacienda confirmó mediante un comunicado el pago de 56.6 millones de dólares destinados a pagar pensiones y salarios a los cotizantes, y anunció el estudio de medidas para asegurar los compromisos para el tercer y cuarto trimestre de 2017.
El gobierno agradeció la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, que impidieron un desplome en el mercado salvadoreño y un caos económico que habría favorecido política y económicamente a la oligarquía local.
A finales de la pasada semana fue remitida a la Asamblea Legislativa una iniciativa para reorientar 56.6 millones de dólares del presupuesto anual de diversas carteras al objetivo de honrar los compromisos heredados de las administraciones areneras.
Al anunciar la medida, el presidente Salvador Sánchez Ceríén exhortó a realizar un debate serio en el Parlamento unicameral, para conseguir una reforma digna y sostenible al sistema de pensiones.
Solo Arena se negó a votar para sacar al país de la situación en la que lo sumió, al rehusarse a aprobar bonos que habrían cubierto los pagos a las administradoras de fondos de pensiones.