La vida más allá de la muerte
Una pregunta cada vez más frecuente se refiere a la continuidad de la vida despuíés de la muerte.
Innumerables científicos e investigadores se dedican a buscar esas respuestas y ellas indican que no nos acabamos con la muerte; las religiones tambiíén afirman que, de alguna forma, la vida continua despuíés de esta vida, ni que sea en estado latente, aguardando la resurrección de los muertos.
Solo que de ahí surge una cuestión de la más alta importancia: si todos hemos de morir un día, como estaremos en ese más allá de la vida? Será que vamos quedar almacenados en algún galpón celestial, aguardando el juicio final? O quien sabe, postrados delante del trono divino, en adoración, por la eternidad afuera? O talvez sentados en el borde de una nube tocando arpa?
¿Será que una naturaleza dinámica, como la del ser humano, iría suportar un estado de inactividad, inocuo y vacío, por toda la Eternidad?
Son los propios espíritus que han dado las más completas explicaciones sobre ese otro lado de la vida. Esas informaciones han llegado, principalmente a travíés de la psicografia, por intermedio de innumerables míédiuns, en los diferentes puntos de la Tierra y en las más diversas íépocas. Tambiíén pela TCI – Transcomunicación Instrumental, los espíritus que se comunican a travíés de aparatos electrónicos, pasan informaciones semejantes.
En esos mensajes, dirigidos en su mayoría a parientes y amigos, los espíritus cuentan como fue su pasaje hacía la dimensión espiritual y como es esa nueva realidad.
Las primeras noticias más detalladas sobre ese mundo espiritual llegaron a travíés del Reverendo G. Vale Owen, vicario de Oxford, al psicografiar mecánicamente mensajes de su madre, ya fallecida y posteriormente, de otros espíritus más esclarecidos o adelantados. Esos mensajes, verdaderos reportajes sobre esas dimensiones invisibles a nosotros, fueron publicados em1920-21.
Mas el portador de las mas amplias y detalladas noticias sobre la dimensión espiritual, la vida y actividades de sus habitantes es el espíritu Andríé Luiz, en los 11 libros psicografiados (Brasil) por el míédium Francisco Candido Xavier (Chico Xavier): Nuestro Hogar, Los Mensajeros, Misioneros de la Luz, Obreros de la Vida Eterna, En el Mundo Mayor, Liberación, Entre la Tierra y el Cielo, En los Dominios de la Mediunidad, Acción y Reacción, Sexo y Destino, Y la Vida Continua.
Andríé Luiz nos muestra que ese otro lado de la vida es muy parecido con el lado de acá. Hay muchas semejanzas. Ninguno queda vagando en el espacio como alma en pena, ni tocando arpa en el borde de una nube. El mundo espiritual, para los espíritus, es tan real y dinámico como el mundo físico es para nosotros.
Es por eso que muchos espíritus no saben, o no consiguen creer, que ya murieron. Son de aquellos que piensan que al morir irán para el cielo o el purgatorio, o así mismo para el infierno, o entonces que la muerte irá extinguirlos de una vez. Más al contrario de eso, se encuentran casi como antes. Muchos vuelven hacia el hogar, hacia los ambientes del trabajo o de ocio. Ven las personas, hablan con ellas, mas como es natural, las personas no les dan la menor atención. Por eso piensan que quedan como locos, o que están viviendo una pesadilla interminable. Muchos asisten al propio velorio y entierro, mas no aceptan la idea de que aquellos funerales sean los suyos.
Muchos espíritus en esa condición se aproximan de alguna persona, generalmente algún pariente o amigo y pasan a nutrirse de sus energías, transmitiíéndole al mismo tiempo sus males, pudiendo provocar innumerables síntomas físicos y psíquicos que la medicina no encuentra como curar.
Una de las actividades de los centros espiritas, principalmente en el Brasil, es el esclarecimiento a esos espíritus, conocidos popularmente como “sufridoresâ€. Ellos se incorporan al míédium y el adoctrinador conversa con ellos explicándoles la realidad. Todo el grupo envuelve al hermano sufridor en vibraciones de paz y de amor. Es así como el se alivia y consigue mejorar su propia frecuencia vibratoria.