Guindos y Botín cerraron la venta del Popular en el Club Bilderberg
Cita en el Club Bilderberg
Los dos se encuentran el la reunión anual del Club Bilderberg en Chantilly, Virginia, y mientras el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, defiende tibiamente en España la solidez del Popular a pesar de los derrumbes bursátiles, ministro y banquera charlan discretamente a miles de kilómetros para evitar un nuevo descalabro en el sistema financiero.
Botín, hasta entonces reticente, considera la opción de presentar una oferta, siempre que los números encajen y que los riesgos del Popular estén controlados, algo que sólo puede proporcionar o bien ayudas públicas, cuya concesión siempre rechazó Guindos, o bien una intervención preventiva del Popular.
Aunque el fin oficial del Popular como entidad independiente se certificó el miércoles, la entidad estaba muerta desde hace días. A pesar de que Saracho y su equipo insistían durante la semana pasada en que aún era posible preparar una venta a otra entidad o realizar exitosamente una ampliación de capital que lo sacara de sus apuros, lo cierto es que no había nadie dispuesto a realizar una oferta en firme por el Popular que recogiera una cifra positiva, sin ayudas públicas y con riesgo de demandas millonarias.
Sin fe en la posibilidad de volver a apelar al mercado, que hubiera sido la cuarta vez en cinco años, la Junta Única de Resolución y el BCE advierten que sólo queda la intervención si no hay venta.
Nadie sale en defensa del Popular mientras se desangra en bolsa y los clientes se apuran a sacar depósitos y cambiar sus productos de banco. El Popular pierde más de la mitad de su valor en sólo cinco sesiones, en las que cambian de manos una cuarta parte de los títulos.
"Los supervisores consideran que no hay ofertas por el Popular y que no había alternativa viable", explicó Botín sobre los motivos que llevaron a intervenir al Popular.
La intervención implicó, en primer lugar, la destitución del consejo de administración de Popular. Después vino la autofinanciación del aumento del provisiones. Para ello las acciones, de 0,5 euros de valor nominal y 0,317 euros de último cambio en bolsa se valoraron a cero euros. Inmediatamente después los bonos contingentes convertibles, coco's, se convierten en acciones. Son algo más de 1.250 millones de euros que, de nuevo, son valorados a cero euros. Por último, la deuda subordinada, con un valor nominal de algo menos de 700 millones se transforma en capital. El nuevo valor que se le da es de un euro.
Con los recursos obtenidos, se aumentan las provisiones de los activos improductivos, inmuebles y morosos, en 7.200 millones, lo que eleva la cobertura al 52%, en línea, al fin, con el resto del sector e incluso por encima.
El Santander, después de estos saneamientos toma por un euro el control del Popular. Su ampliación por 7.000 millones le servirá para recapitalizar lo que ahora se traspasa a su grupo.
"Mi prioridad son los clientes del Popular", indicó varias veces Botín. "Seremos el mejor banco de España, y ellos tendrán el mismo o mejor servicio que hasta ahora".