https://www.cadizdirecto.com/enigma-misterio-supersticion-que-es-el-mal-de-ojo-y-como-afecta-a-la-persona/#.WW6DfCw1QTk.facebook¿Cómo afecta el ‘mal de ojo’ a las personas?
CÁDIZDIRECTO.- En muchas ocasiones se escucha hablar del llamado “mal de ojo” o “aojamiento” y que se manifiesta en aquellas personas que dicen haber recibido de otra su energía negativa para hacerle un daño explícito. La energía negativa de la persona que hace el “mal de ojo” se manifiesta por los celos, la envidia o el odio que esta puede sentir y que hace que la persona que lo reciba llegue incluso a enfermar.
Para unos no deja de ser una superstición sin fundamentos, para otros una realidad, sea como fuere aquellos que más saben de este tipo de “maldiciones” dicen que el mal de ojo se apoya en la idea que el ser humano puede emanar energía positiva y/o negativa, la primera ocasiones el bienestar y la segunda el dolor y el daño. Así si una persona es capaz de orientar esa energía hacia una persona es posible que la influencia le provoque el daño en diferentes formas y grados de intensidad.
Los más vulnerables a este tipo de “encantamientos” son los niños y los bebes, ellos tiene el nivel de vulnerabilidad muy alto y es fácil que la influencia de la energía negativa les afecte en gran medida teniendo “evidencias” físicas tales como: pérdida de apetito, vómitos, diarrea, llanto sin causa aparente, suelto alterado y alergías.
En los adultos el efecto que tiene es más psicológico y puede hacer que una persona entre en depresión, muestre excesiva ansiedad, nerviosismo, paranoias que, en casos extremos, puede dar lugar a náuseas, mareos y vómitos.
El “mal de ojo” es difícil de diferenciar pues sus síntomas se confunden con otros muchos de enfermedades que son consideradas antes que un impulso de energía negativa, con lo indemostrable que, evidentemente, es ello.
Hay una forma de protegerse contra el mal de ojo y es potenciar la fortaleza del espíritu y la energía positiva, de forma que será más difícil que afecte a la persona, a mayor felicidad mayor resistencia a la influencia del “mal de ojo”. Practicar reiki, yoga o meditación son formas de trabajar el pensamiento positivo y fortalecer la propia psicología.
Existe una tradición que indica que para protegerse del mal de ojo nada mejor que atarse un hilo rojo a la muñeca, sobre todo en los niños.