MADRID.- Comienza la cuenta atrás de la aventura de la italiana Enel y la española Acciona en Endesa. A poco más de un año de que ambas desembarcaran en la segunda elíéctrica del país, el grupo estatal italiano ha decidido que quiere seguir solo en su aventura. La situación se ha vuelto insostenible entre los dos socios, que desde que tomaron el control de Endesa, en octubre de 2007, han protagonizado permanentes trifulcas en el seno del consejo de la elíéctrica.
Ante esta situación, Enel ha ofrecido al grupo controlado por la familia Entrecanales unos 12.000 millones de euros por el 25% que posee en Endesa, de forma que la italiana pasaría a controlar el 92% del capital de la elíéctrica. Si Acciona acepta la oferta, Endesa pasaría a ser una compañía completamente italiana, en cuyo capital estaría presente el Estado transalpino, que controla un 32% de Enel.
El equipo de la italiana en España, capitaneado por Andrea Brentan, aún no ha diseñado una oferta en firme, pero ha trasladado a los hombres de Entrecanales en Endesa una propuesta inicial sobre la que las partes ahora comenzarán a negociar, según confirmaron a EL MUNDO fuentes conocedoras de los contactos.
Estas mismas fuentes reconocieron que la pasada semana, Enel había ultimado una oferta en firme para presentar formalmente a Josíé Manuel Entrecanales, presidente de Acciona y de Endesa. Pero el escándalo de Lukoil y su posible desembarco en Repsol se cruzó en el camino de Enel, que ha tenido que dejar en 'stand by' la propuesta hasta que amaine el temporal. Tanto Repsol como Endesa son compañías estratíégicas para la seguridad energíética de España, y la primera puede caer en manos de un grupo ruso con vinculaciones directas con el Kremlin, y la segunda estar totalmente controlada por un grupo italiano de capital público