Hemos reducido nuestras posiciones en compañías aéreas estadounidenses, hemos liquidado nuestra exposición a valores financieros japoneses y hemos recogido una parte importante de nuestros beneficios en los valores bancarios europeos. Estas ventas se han realizado sin reinversión posterior, de manera que la exposición a la renta variable en nuestra estrategia global ha descendido ligeramente.