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China implementará en 2018 nuevas reglas para garantizar la calidad, el buen servicio y la mayor protección a los derechos de clientes en los recorridos turísticos.
La Administración Nacional de Turismo desde el 1 de enero próximo pondrá en vigor medidas contra conductas inapropiadas como forzar a los usuarios a hacer compras en determinados lugares, pagar sumas extras o proporcionarles acceso a actividades ilegales.
Las nuevas disposiciones prohíben y establecen sanciones contra el abuso verbal, la intimidación o el abandono de los turistas.
A los guías que incurran en esas faltas se le revocará la licencia de trabajo, confiscará dinero procedente de prácticas deshonestas y aplicará multas de entre dos mil y 20 yuanes (de 300 a tres mil dólares).
Según la Administración, con esas medidas buscan que la llamada industria del ocio en China mantenga 'un desarrollo saludable'.
La nación asiática es el cuarto destino más visitado en el mundo y recibe anualmente un promedio de más 55 millones de extranjeros.
Además, es el mayor emisor de turistas a nivel global.