Amancio Ortega está interesado en la torre Kio, de Plaza Castilla, y los activos inmobiliarios que Realia tiene en París
Goirigolzarri a punto de colocar Metrovacesa y Realia, las participadas con más problemas
El presidente de Bankia ha vendido todas las joyas de la corona pero ahora le queda lo más difícil
Julián González.– El presidente de Bankia, Josíé Ignacio Goirigolzarri, ha logrado deshacerse de las joyas de la corona de la entidad sin problemas -en algunos de los casos con elevadas plusvalías- pero ahora comienza la travesía del desierto con participaciones accionariales en su cartera industrial no tan atractivas. Realia y Metrovacesa son dos de esas sociedades que no va a resultar fácil desprenderse de ellas por razones financieras y por la crisis que sigue arrastrando el ladrillo. Las dos llevan en venta desde hace meses incluso con bancos asesores contratados para buscar compradores -para Realia se ha encargado la venta a Goldman Sachs y para Metrovacesa a Credit Suisse- y ambas operaciones están aún bastante verdes. Tras la reciente desinversión del 4,94% del capital de Iberdrola, Goirigolzarri ha dado orden a su equipo para que se centren ahora en estas dos empresas.
La situación económica apunta mejor y empieza a haber más movimientos en el sector inmobiliario. En la operación concreta de Realia, la entidad bancaria no va sola, ya que Bankia y FCC decidieron hace meses unir sus participaciones accionariales -Bankia un 26,7% y FCC un 36,85%- y ponerlas en venta conjuntamente. Uno y otro consideran que la negociación será más fácil si van juntos que si lo hacen de forma separada. A ambos les urge vender pero saben de las serias dificultades que se van a encontrar para desprenderse de la empresa que preside Ignacio Bayón.
La compañía Realia tuvo recientemente un repunte en Bolsa por el interíés que mostró el dueño de Inditex Amancio Ortega, tras pedir el cuaderno de venta de la empresa. Este movimiento provocó que la acción de la inmobiliaria se disparase y que ahora se encuentre a 1,30 euros, un precio bastante más elevado que hace un año que llegó a estar a 0,40 cíéntimos, pero todavía muy lejos de los seis euros a los que la compañía salió a Bolsa en junio de 2.000. Además, la empresa arrastra una deuda de 2.168 millones de euros, de los que 1.300 millones corresponden a la deuda patrimonial con vencimiento en 2017. El resto, unos 790 millones provienen de la deuda residencial y cuyo plazo de amortización ha sido ampliado otros tres años.
La inmobiliaria inició a finales de 2013 un proceso de búsqueda de inversores para sustituir a sus dos accionistas de referencia, con el fin de que quien entre inyecte capital para hacer frente al pago de la deuda que tanto le agobia. Aparte de Amancio Ortega, se han interesado en mirar las tripas de la empresa el fondo estadounidense de capital riesgo Blackstone, la compañía Axa Real Estate, Orion y Anchorage.
En el caso del presidente del grupo Inditex, su interíés está básicamente en algunos de los activos inmobiliarios que la empresa tiene como por ejemplo la torre Kio, en la plaza Castilla, de Madrid, uno de los edificios más emblemáticos de la capital de España además del patrimonio inmobiliario que Realia posee en el centro de París y el distrito de negocios de La Defí¨nse. Según la última estimación de CB Richard Ellis (CBRE), realizada en junio de 2013, el valor de mercado neto de este patrimonio suma 1.482 millones de euros, un 2,8% más en tíérminos homogíéneos que en diciembre de 2012, lo que confirma la recuperación del negocio de alquileres en Francia.
Pero si Bankia lo tiene difícil para desprenderse de su participación en Realia tambiíén le va a resultar complicado salir de Metrovacesa. La inmobiliaria está en manos de los bancos como Santander (36,82%), BBVA (18,31%), Banco Sabadell (13,04%), Popular (12,64%) y Bankia que posee un 19,07%. Por tanto, al estar prácticamente todo el capital entre cinco entidades difícilmente ninguna de las cuatro van a querer aumentar su participación. Por otro lado, los fondos de capital riesgo si entran es mandar y desinvertir en todos los activos que puedan.
Es decir, que Goirigolzarri ha logrado hasta ahora lo más fácil: vender la parte mollar pero le quedan las participaciones más complicadas. En diciembre de 2012, puso en marcha el Plan Estratíégico 2012-2015 que incluye entre otros objetivos la venta de la cartera de participadas. Desde entonces, se ha desprendido ya de participaciones como Indra (20%), IAG (12%), Mapfre (12%), Inversis Banco, Finanmadrid, NH Hoteles (12,6%), Iberdrola (4,94%), Ribera Salud (50%), y Deoleo (16,5%).
Por todas estas desinversiones, la entidad lleva ingresados unos 4.000 millones de euros y unos 700 millones de plusvalías, una cifra importante que han permitido sanear su cuenta de resultados. La última operación fuerte fue la venta del 4,94% de Iberdrola que le supuso unas plusvalías de 266 millones de euros. La venta ascendió a 1.527 millones con un precio de la acción de 4,85 euros.
La única participación que le resta a la entidad y que no tendrá dificultades para hacerlo es el 2,9% que aún posee en la aseguradora Mapfre. En septiembre de 2013 se desprendió del 12% del capital por 979 millones, con unas plusvalías de 165 millones. El banco y la seguradora siguen manteniendo unas estrechas relaciones en el negocio de los seguros, de hecho la compañía es el proveedor exclusivos de seguros de Bankia.