negociando esta semana su entrada en Repsol con Sacyr Vallehermoso y los bancos acreedores de la constructora, encabezados por Santander, Citi, Calyon (Críédit Agricole) y Caja Madrid, según informaron a Europa Press en fuentes cercanas a la negociación. La petrolera rusa tratará de allanar las dificultades con las que se encuentra para asumir la deuda de Sacyr a raíz de la reunión llevada a cabo el pasado jueves, en la que lejos de cerrar un acuerdo, tal y como estaba previsto, se difuminó la hoja de ruta.
De hecho Lukoil no ha definido sus pretensiones en cuanto al porcentaje de capital social que quiere alcanzar en Sacyr, lo que dificulta el estudio tíécnico de la eventual reformulación del críédito en la constructora que preside Luis del Rivero. Por otro lado, la petrolera rusa ha introducido una nueva pretensión de carácter político en unas negociaciones que se vislumbraban fundamentalmente tíécnicas: un apoyo expreso del Gobierno que avale su desembarco en la compañía que preside Antonio Brufau. "Todavía están viendo quíé estructura de financiación pueden hacer, porque no está claro ni el importe ni el porcentaje de capital que quieren adquirir los rusos; todo está muy parado, porque dependiendo de eso así será la financiación", indicaron las fuentes. "Quedan muchos flecos pendientes en la operación", insistieron.
Lukoil aspiraba inicialmente a hacerse con una participación en Repsol del 29,9%, el límite máximo antes de tener que lanzar una OPA sobre la petrolera, pero despuíés rebajó sus pretensiones a la compra de hasta un 20% de Repsol en manos de Sacyr, La Caixa, Caixa Cataluña y Mutua Madrileña.
No obstante, tras la reunión del pasado jueves en Londres, este marco negociador que implicaba la compra de un 10% de Repsol a Sacyr y el 10% restante a las cajas catalanas y a Mutua, parece haberse difuminado, al igual que los supuestos avances realizados en cuanto a la financiación.
El eventual apoyo expreso del Gobierno español a la entrada de Lukoil en Repsol podría estar vinculado a esta última fórmula, ya que si la empresa rusa compra un 10% a Sacyr y otro 10% al resto de accionistas, permitiría tanto a la constructora como a la primera caja española, que poseen un 20% y un 13% de la petrolera, respectivamente, seguir en su capital, garantizando así su españolidad. Para las fuentes consultadas, lo que parece más claro es que Lukoil no está dispuesta a pagar los 27 euros por acción que se barajaron en un principio y que permitían a Sacyr salir de su aventura en el sector petrolero sin minusvalías, y no se prevíé que supere los 22 euros por acción.
Asimismo, Lukoil aspira a pagar el mismo precio por todas las acciones de Repsol que adquiera, con independencia de a quiíén pertenezca la participación, en contra de las aspiraciones del presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero.