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El número de empleados alemanes obligados a trabajar fuera de la norma en domingos y días festivos aumentó en el transcurso de 20 años de tres millones a 9,2 millones, reveló una interpelación parlamentaria.
Según resultados de una indagación por la bancada del Partido de la Izquierda, uno de cada cuatro empleado alemán tenía que trabajar en 2016 durante los domingos o días festivos.
En el 2004, esta cuota fue del 21,8 por ciento, del número total de empleados fijos, frente 19,4 por ciento en 1996.
El tema provocó un debate este año, pues muchos trabajadores se ven obligados a laborar en Nochebuena, a pesar de que este año coincide con un domingo.
Por ello, los sindicatos demandaron de las empresas - sobre todo de supermercados y grandes almacenes - no abrir ese día de la semana.
Mientras, uno de cada tres ciudadano tiene un pariente que trabaja durante los días festivos navideños, por ejemplo, en hospitales u otras profesiones sanitarias.
Permanente o de manera regular laboraron en 2016 alrededor de 5,1 millones alemanes en días de asueto o fin de semana, y otros 4,1 millones lo hicieron en ocasiones. Esta modalidad afecta por igual a mujeres y hombres, según la indagación parlamentaria.
Los principales sectores más afectados son la hotelería y la gastronomía, residencias asistidas y empresas de seguridad.
La diputada socialista Sabine Zimmermann, que presentó la interpelación al Gobierno, demandó más reconocimiento y respeto para aquellos que trabajan en esas jornadas fuera de la norma laboral.
'Ellos prestan un servicio importante, no deberíamos olvidarlo', insistió Zimmermann.
A la par, la legisladora criticó que muchos de los empleados afectados no reciben un plus por trabajar los domingos o días festivos, pues numerosas empresas no firmaron contratos colectivos.
