El Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero se propuso ayer reinventar las matemáticas. Por primera vez en la historia, el anuncio de cuánto subirán los precios de la luz no los dio en forma de porcentajes, sino en valores absolutos, lo que dificulta enormemente determinar exactamente el impacto de ese incremento en el bolsillo del usuario. Al menos temporalmente.
El Ministerio de Industria remitió ayer una compleja nota sobre los nuevos precios de la luz que se aplicarán a partir de enero. El organismo, a cuyo frente está Miguel Sebastián, dice que en el primer trimestre de 2009, la tarifa mensual de la electricidad se incrementará previsiblemente en 0,9 euros al mes para “el consumidor domíéstico tipo†y en 1,1 euros al mes para “el consumidor domíéstico medioâ€.
En otra parte de la nota, dice que para los “consumidores domíésticosâ€, entendiendo por íéstos los que están acogidos a las tarifas 2.0.1; 2.0.2; y 2.0.3 (es decir, con contratos de entre 1 kilovatio y 10 kilovatios), la subida será de 1,1 euros al mes. Se da por hecho que hay 25 millones de consumidores que están en esa horquilla.
Ahora bien, hay al menos otros dos grandes tipos de contratos (los de tarifas del módulo 3), que son consumidores domíésticos con gran consumo, y sobre todo pymes, para los que las subidas serán mucho mayores. Esos contratos son los que tienen potencias de suministro de entre 10 y 15 kilovatios, o más. Industria no especificaba cuanto subirán los precios para los usuarios de gran consumo ni para las pymes (se calcula que hay unas 800.000 con tarifa 3). Industria se limita a decir que, contabilizando todos los tipos de contratos (incluyendo los de la tarifa 3, y los de las tarifas del rango 2), la media de subida será de 4,2 euros al mes.
Es decir, 50,4 euros al año de media. Es la única conclusión más o menos entendible que se extrae de la nota de Industria. El ministerio remitió la propuesta de tarifas, ya con más detalles, pero a altas horas de la tarde, a la Comisión Nacional de la Energía (CNE). EXPANSIí“N tuvo acceso a la propuesta, y la realidad de las tarifas, ya con porcentajes, es bien distinta a la que dio a entender Industria hablando solo de valores absolutos.
En el recibo de la luz, subirá tanto la parte fija de la factura, o tíérmino de potencia, como la parte variable, o tíérmino de energía (ver cuadro). Para la parte fija, las subidas van desde el 0% hasta el 3,5%. Para la variable, las subidas van desde el 2,6%, hasta el 5,6%.
Así por ejemplo, para las tarifas 2.0.2 y 2.0.3 (donde se encuentran unos 18 millones de hogares, con potencias de entre 2,5 kilovatios y 10 kilovatios), la subida será de entre el 4,1% y el 5,2%, sólo en la parte variable. A esto hay que sumar incrementos de hasta el 0,5% en la parte fija. La tarifa 3.0.2, de más de 15 kilovatios(fundamentalmente pymes) se dividirá en tres tipos, en función del horario. Para algunos tramos horarios, el incremento puede llegar al 18%. El tíérmino de potencia, en cambio, se reduce un 10%.
Industria no explica si la de enero será la única subida de la luz en 2009. El ministerio intenta amortiguar el impacto social de los incrementos elíéctricos explicando que, al mismo tiempo, barajará el gas. En concreto, 1,5 euros al mes en las tarifas de último recurso para los consumidores domíésticos, y de 6 euros al mes para las pequeñas y medianas industrias.
El sudoku elíéctrico
- La explicación de cuanto subirán las tarifas que dio ayer Industria convierte al recibo de la luz en un jeroglífico.
- Por primera vez en la historia, Industria explica cuanto subirá la factura en tíérminos absolutos, y no en porcentajes, lo que dificulta enormemente saber cuánto suben los precios y a quiíén.
- A última hora de ayer, en la CNE, que supuestamente tiene la obligación legal de informar sobre la propuesta de subidas, trataban aún de descifrar el galimatías de la nota remitida por Industria.
- Para las pymes, y para los usuarios domíésticos con grandes consumos, los precios se pueden dispararar a partir de enero.
- Para amortiguar el impacto, Industria tambiíén anunció ayer bajadas en el gas.
