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Autor Tema: El terrorífico ‘Libro de la muerte’, aquel que envenenaba a sus lectores  (Leído 415 veces)

Scientia

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El terrorífico ‘Libro de la muerte’, aquel que envenenaba a sus lectores


 ¿Existe un libro que mata? Puede parecer una pregunta extraña pero la realidad, en muchas ocasiones, supera a la ficción.

Pero toda historia tiene un principio y la nuestra comienza en los lujosos empapelados de las paredes de las viejas mansiones victorianas, con todo el lujo con el que vivían las clases pudientes y acomodadas de la época, papeles muy llamativos donde destacaban los adornos dorados, los motivos florales, los tonos burdeos o verdosos que daban el toque de distinción a aquellas casas inglesas y, posteriormente, en Estados Unidos hacía mediados del siglo XIX.

Pero pocos saben que para lograr el acabado perfecto los fabricantes recurrían a un elemento que era, y es, mortal: el arsénico. Se le daba un tratamiento al papel que incluía este elemento químico que llegó a ser conocido como el “polvo de la herencia” ya que se recurría a él cuando se quería eliminar a un pudiente y molesto familiar del que heredar…

Pero el arsénico deja un rastro que es nocivo y puede ser absorbido cutáneamente (a través de la piel). Ya en la época se advertía de sus peligros, así el profesor de química Robert M. Kedzie publicó en 1874 un libro titulado “Shadows from the Walls of Death” (traducido viene a ser: “Sombras de las paredes de la muerte”) en cuyas páginas explicaba que había que evitar los empapelados que tuvieran este elemento y, a su vez, el libro recogía 84 muestras de esto que advertía, muestras reales.

El problema surgió que al comprar el libro el lector solía humedecer su dedo para pasar las páginas y los dedos entraban en contacto con las muestras del papel tratado con arsénico que mostraba el libro y estos a la boca envenenando al lector, al más puro estilo de “El nombre de la Rosa”. Así muchas fueron las personas involuntariamente envenenadas por arsénico y se debieron de destruir muchas de las cien copias del libro.

El principal motivo del uso del arsénico en los papeles que servían para cubrir las paredes de las mansiones eran sus agentes colorantes baratos y dar tonos muy vivos entre los que destacaban los más solicitados: verde de Sheele y verde de París, que también eran empleados en juguetes, telas, muebles… Cuando la persona se envenenaba presentaba unos síntomas inequívocos tales como vómitos, diarreas, piel irritada, dolor muscular y en las articulaciones… En caso de gravedad extrema sobrevenía la muerte.

Supuso un serio esfuerzo para los médicos de la época identificar que originaba el malestar en las personas envenenadas pues los síntomas eran similares a los de la disentería o el cólera hasta que se dio con los famosos papeles tratados con arsénico.

En la actualidad sólo quedan cuatro copias del llamado “Libro de la muerte” de Kedzie, la copia más segura es la digitalizada que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.