Dropbox enamora a Wall StreetLa empresa de almacenamiento en la nube, que nació hace once años, tiene una capitalización de 12.500 millones de dólares.
Dropbox empezó a partir de un olvido. Drew Houston, cofundador de la compañía, tuvo la idea de crear un servicio para almacenar contenido en la nube un día en el que se dejó la llave USB en su casa. Houston y Arash Ferdowsi, alumnos del MIT (Massachusetts Institute of Technology) intuyeron entonces el potencial de un proyecto que facilitaba a los consumidores y empresas guardar y compartir archivos utilizando la fórmula del cloud computing. Once años después de que arrancara Dropbox, el servicio de almacenamiento en la nube tiene más de 500 millones de usuarios registrados en más de 180 países y una capitalización bursátil superior a los 12.500 millones de dólares.
En estos años, Houston ha aprendido a lidiar con el vértigo que experimentó en los inicios del proyecto. El ahora multimillonario confesaba hace algunos años que, cuando recibió el primer millón de dólares del capital riesgo, "tuvo un dolor de estómago tremendo" al pensar que los inversores querrían algún día ver los frutos de su inversión.
Once años después, la exitosa oferta pública de acciones (OPV) de la compañía ha permitido a los primeros inversores recoger altas plusvalías. La conocida firma de capital riesgo Sequoia invirtió en Dropbox cuando Houston y Ferdowsi eran los únicos empleados, antes incluso de haber lanzado comercialmente el servicio. Aunque Sequoia no ha desvelado la rentabilidad de su inversión en Dropbox, Bryan Schreier, uno de los socios de la firma de capital riesgo, aseguró recientemente en declaraciones a Wall Street Journal que habían obtenido plusvalías "de las que se logran sólo una vez cada década".
La idea de la compañía surgió un día que su cofundador Drew Houston olvidó en casa su llave USB
En total, Dropbox ha logrado recaudar 600 millones de dólares en diversas rondas de financiación en las que, además de Sequoia, han entrado firmas de capital riesgo como Accel Partners y fondos como Fidelity Investments y T. Rowe. En su última ronda, cerrada en 2014, la compañía estadounidense fue valorada en 10.000 millones de dólares.
Su exitosa salida a Bolsa la pasada primavera ha recompensado con creces a quienes han invertido estos años en la compañía estadounidense. Y también a quienes adquirieron acciones de la empresa de servicios en la nube en su oferta pública de acciones (OPV).
SUBIDA EN BOLSA
La empresa con sede en San Francisco (EEUU) cotiza a 31 dólares por acción, frente a los 21 dólares a los que fijó el precio del título en su salida a Bolsa en marzo. El apetito inversor llevó a la compañía a subir el precio de la acción por encima de la horquilla inicial. En su debut, Dropbox cerró con un alza del 35,6%, aunque a lo largo de la sesión llegó a dispararse un 48%.
De hecho, el estreno bursátil de Dropbox ha sido uno de los grandes momentos del año en Wall Street, que no vivía una OPV tecnológica desde que la red social Snapchat saltó a Bolsa el año pasado en una operación con la que recaudó 3.400 millones de dólares. La salida a Bolsa de Dropbox fue, de hecho, el primer gran examen del año para las OPV tecnológicas, y su éxito ha abierto el camino a otras empresas como el servicio de música en streaming Spotify, que también ha debutado en Wall Street este año.
La salida a Bolsa ha permitido a Dropbox recaudar de los inversores 756 millones de dólares, a los que hay que sumar 100 millones de dólares que invirtió días antes la empresa de software Salesforce, unos fondos que le permitirán impulsar sus planes de expansión.
EN NÚMEROS ROJOS
Al igual que otras tecnológicas de Silicon Valley que dan el salto a la Bolsa, Dropbox ha logrado el aplauso de los inversores a pesar de sus números rojos. En sus once años de vida, la compañía de servicios en la nube nunca ha obtenido beneficios. En el último año fiscal, registró unas pérdidas netas de 112 millones de dólares sobre una facturación de 1.110 millones de dólares. Los inversores valoran positivamente el crecimiento de los ingresos, que prácticamente se han duplicado en dos ejercicios, y el esfuerzo por reducir las pérdidas, que en 2015 ascendían a 326 millones de dólares.
En 2014, en su última ronda de financiación,fue valorada en 10.000 millones de dólares
Aunque la empresa de servicios de almacenamiento en la nube cuenta con 500 millones de usuarios registrados, la inmensa mayoría utiliza el servicio gratuito básico, que ofrece una capacidad de almacenamiento limitada.
Precisamente, la métrica que hay que mirar con más atención en el caso de Dropbox es la evolución del número de clientes de pago. Entre enero y marzo, el primer trimestre en el que ha ofrecido resultados como cotizada, la compañía ha registrado unos ingresos de 316,3 millones de euros, lo que supone un crecimiento interanual del 28%. El número de usuarios de pago se situó a finales de marzo en 11,5 millones, frente a los 9,3 millones del mismo periodo del año previo. También aumentó el gasto medio, hasta superar los 114 dólares por cliente.
El mayor reto que tiene la compañía estadounidense de almacenamiento en la nube es la competencia, puesto que tiene enfrente a titanes como Google y Microsoft, que ofrecen servicios de almacenamiento en su vasta oferta de productos. Sus fundadores insisten en destacar que Dropbox es una herramienta de colaboración para consumidores y empresas, no un mero servicio de almacenamiento en la nube.
Otra historia de éxito de Silicon Valley
Drew Houston (1983) y Arash Ferdowsi (1985) fundaron Dropbox cuando eran unos veinteañeros. Los jóvenes emprendedores se conocieron mientras estudiaban Informática en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Fue allí donde Houston y Ferdowsi iniciaron su compañía de servicios de almacenamiento en la nube, que posteriormente trasladó su sede a San Francisco. Tenían tan claro el potencial de su proyecto que rechazaron en 2011 una oferta de compra de Apple por 800 millones de dólares. En la actualidad, Houston es el consejero delegado de la compañía, mientras que su colega es el responsable tecnológico del servicio en la nube.
El éxito de la compañía estadounidense ha convertido a estos emprendedores en nuevos miembros del club de milmillonarios de Silicon Valley. Según la revista 'Forbes', Drew Houston tiene una fortuna valorada en 3.200 millones de dólares, lo que le coloca entre los 20 emprendedores más ricos con menos de cuarenta años. El directivo ha vendido 2,3 millones de acciones en la OPV, con las que ha recaudado casi 50 millones de dólares. Ferdowsi, que tiene cerca del 10% de las acciones de Dropbox, tiene una fortuna valorada en cerca de 1.300 millones de dólares.
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