Por... Mario Ramón Duarte
Sin dudas en la nueva Era Tecnológica por la que estamos atravesando en el mundo global, con una mayor o menor grado de injerencia dentro de los Estados-Nación, a ritmo vertiginoso se llevan adelante nuevas formas de comerciar en el mundo financiero a través de las criptomonedas, criptodivisas o criptoactivos, ahora también se suma otra interesante forma de intercambio comercial: las CriptoTarjetas.
A comienzos de este año (2018), las principales entidades bancarias de los Estados Unidos (EE.UU.) como el JP Morgan Chase, el Bank of American y el Citigroup prohibieron terminantemente a sus clientes la compra de monedas virtuales con las diferentes tarjetas de créditos que ofrecen como un servicio más al público, con la argumentación de una constante volatilidad y alto riesgo en este mercado.
A estas pronto se les sumó Wells Fargo, el tercer banco más grande del país. Para muchos, estas medidas muestran un verdadero contraste, incluso Tim Sloan, ex CEO de Wells Fargo se pronunció en contra, argumentando que las entidades bancarias y financieras no deberían ser árbitros sobre lo que la gente quiere comprar. Irónicamente, los bancos si aceptan las compras de armas de fuego sin ninguna restricción, pero impiden las transacciones de monedas virtuales como Bitcoin.
¿Pero cómo entender o desentrañar estas cuestiones elementales que representan en el fondo una cuestión de puja de intereses? [/b]Porque las nuevas formas virtuales, con el pasar de los días, mejoran estrepitosamente su sistema y cada vez son más confiables entre quienes se dedican a realizar operaciones cotidianas con monedas virtuales, especialmente con la tecnología Blockchian, tendencia mundial en ascenso sin dudas. También cabe mencionar que las grandes estafas producidas meses atrás, produjeron un interrogante acerca de la seguridad de su comercialización, el ejemplo más claro fue en Japón en el mercado Coincheck por más de U$S 550 millones.
Amén de lo ocurrido en el continente asiático, el mercado virtual de divisas, se sigue afirmando como una opción válida en todos los países del mundo y hoy por hoy, también podemos afirmar, que ya es una realidad en nuestra América Latina.
Pero volviendo al tema que nos compete, para unos jugadores, como los bancos, las criptomonedas representan un riesgo latente, mientras que para otros esto se convierte en una oportunidad para emerger a través de nuevos de servicios poco convencionales. Éstos últimos son quienes se aventuran en un joven mercado: las Cripto-tarjetas.
Si bien, lo descrito precedentemente ayuda a interpretar los diferentes intereses en pugna determinados por el avance a ritmo vertiginoso de las monedas virtuales y sus diferentes maneras de intercambio y formas de realizar, las mismas son una realidad incontrastable. Sin embargo, es menester tener en cuenta que las tarjetas de débito son la opción más utilizada por entidades con menos popularidad que las grandes entidades bancarias, pero son varias alrededor del mundo y van in-crecendo. Algunas ofrecen Tarjetas de Débito con Bitcoin, una de las más conocidas es la spectrocoin que la casa de cambio Europea lanzó en 2015. La tarjeta costaba 7 euros en aquel entonces e incluía la posibilidad de realizar pagos en puntos de venta o retiros en cajeros automáticos desde una billetera Bitcoin.
A pesar de todo lo esbozado precedentemente, las tarjetas de débito para monedas digitales son todavía algo relativamente raro de ver y muchos usuarios se encuentran con problemas para elegir cómo hacer el mejor uso de los fondos de sus monederos digitales cuando realizan compras con ellas. AMON es otra una plataforma financiera de criptomonedas que ofrece una tarjeta de débito que aspira a superar esta dificultad, asegurando a través de la inteligencia artificial (IA) que el usuario obtenga el mejor valor de sus monedas digitales con cada compra.
Otra compañía que ofrece servicios de cambio y cartera, entre los que destaca su producto Centra Card, es CENTRATECH. Sus tres tipos de tarjetas prepagadas, tanto virtuales como físicas, soportan las criptomonedas Bitcoin, Ethereum, Centra Token (CTR), DASH, Litecoin, Zcash y Monero. Los dueños de las Centra Blue, Centra Gold y Centra Black, podrán comprar y retirar dinero en más de 36 millones de puntos en todo el mundo. Cada una de ellas dispone de diferentes límites y características a conveniencia del usuario.
Además de las mencionadas más arriba, es preciso tener en cuenta, como lo dije reiteradamente, el creciente ascenso de este tipo virtual de comercialización, y de los proyectos que se están preparando para entrar a jugar en el mercado financiero mundial como Bitwala y Wirex que comienzan a abrirse camino en el sector. Aún en espera de ser autorizado por la BaFin (Autoridad Federal de Supervisión Financiera de Alemania) Bitwala es una proyecto de cripto-tarjeta que permitirá a sus más de 57 mil clientes en 200 países, comprar y vender criptomonedas, así como administrar sus gastos diarios y establecer débitos directos. Los servicios de Bitwala vendrán con una tarjeta de débito vinculada a las cuentas de los clientes.
Por su parte Wirex permite a sus usuarios comprar bienes pagando con criptomonedas como Bitcoin, Ripple y Litecoin. La tarjeta de Wirex se puede utilizar en cualquier entorno: en clubs, restaurantes, cajeros automáticos, tiendas físicas y tiendas online como Amazon.com.
Otro dato a tener en cuenta es que el Monaco Technology es una startup (si bien su término está ligada a los negocios en la era digital, se trata de una medida de tiempo) que apuesta por las cripto-tarjetas. La empresa presentó su MCO Visa Card, un portafolio integrado por seis diferentes tarjetas que permiten gastar criptomonedas en más de 40 millones de ubicaciones internacionales, desafiando así a las principales tarjetas de crédito del mundo, ya que no cobra cuotas mensuales o anuales y su envío es gratis, además, los usuarios reciben hasta 2% de reembolso en compras y acceso ilimitado a salones de aeropuertos a través de LoungeKey para tarjetas seleccionadas.
Hasta la fecha, Monaco Technology ha recaudó más de USD $26 millones en inversiones y recientemente se convirtió en el centro de atención del sector cripto debido a que logró obtener el dominio de "Crypto.com", registrado en 1993 por Matt Blaze, un profesor de informática de la Universidad de Pensilvania. Este nombre se había convertido en el dominio más deseado entre las empresas de criptomonedas, sin embargo, luego de años en disputa, se dio a conocer que Matt Blaze lo vendió a Monaco Technology por una cantidad estimada en USD $10 millones.
Por ahora, la MCO Visa Card se encuentra en etapa de prueba, sin embargo estará disponible para todos los clientes en Singapur y Europa este mismo verano, mientras que en Estados Unidos llegará a finales del año. Actualmente Monaco Technology cuenta con 70,000 clientes en espera de esta tarjeta. La empresa también planea el lanzamiento de otros servicios como préstamos que usan criptomonedas como garantía, un servicio de crédito con tasa baja y de características "Robo-Trading", a través de las cuales diferentes algoritmos manejan las inversiones para optimizar su rendimiento.
Es claro que el surgimiento de nuevos jugadores traerá consigo más competencia y nuevos servicios con importantes beneficios que facilitarán la vida de los consumidores. Para muchos, las criptomonedas aún siguen siendo un sector con potencial pero con una carga importante de riesgo, por lo que es necesario entender que antes de adquirir cualquier cripto-tarjeta o servicios de pago, se deben conocer los principios legales que garanticen su adecuado funcionamiento. Las cripto-tarjetas muestran un importante avance en cuanto al acceso a servicios tradicionales, acercando y facilitando el usos de criptomonedas en lugares comunes que van desde cafés y restaurantes, hasta tiendas en línea, lo cual era casi imposible de imaginar unos años atrás.
El mundo y la realidad del entorno que nos circunda están cambiando frenéticamente, la Inteligencia Artificial y el Big Data juegan un rol inexorable en estas cuestiones, la tecnología Blockchain se avizora como la más segura en torno a monedas virtuales (es preciso destacar que el Banco Santander es quien la utiliza). Por ello repetimos hasta el hartazgo, que los países que no dediquen la inversión y el conocimiento necesario al estudio de las nuevas tecnologías pagarán un precio muy caro en el futuro próximo, que sin lugar a dudas, de una forma u otra, ya se halla entre nosotros y vino para quedarse definitivamente. Seamos artífices del mismo, la innovación juega un rol fundamental y, junto a la creatividad, son dos factores claves para estar en carrera y en el camino correcto.
Dr. Mario Ramón Duarte
Abogado
Juez Administrativo de Faltas Sauce (Ctes.)
Especialista en Derecho Faltas y Contravencional
Investigador/Consultor Seguridad - Experto Ciberseguridad y Ciberdefensa.
Miembro Instituto Dossier Geopolítico/CEES.
