https://vademedium.wordpress.com/2015/03/10/la-inteligencia-intuitiva-y-el-poder-del-sexto-sentido/LA INTELIGENCIA INTUITIVA Y EL PODER DEL SEXTO SENTIDO
Todos estamos acostumbrados a utilizar nuestros cinco sentidos, mente e intelecto para analizar y percibir estímulos. Esto es porque todo nuestro sistema educativo está orientado a enseñarnos sólo a usar nuestros cinco sentidos a la hora de analizar situaciones y resolver problemas. Las ciencias modernas generalmente ignoran la dimensión sutil, ya que no pueden probar su existencia utilizando herramientas tradicionales de medida y análisis…
Desconocido para la mayoría de la humanidad, hay un vasto mundo sutil e intangible más allá de la comprensión de nuestros cinco sentidos, mente e intelecto. Este mundo también se conoce como mundo sutil, dimensión sutil, mundo espiritual, reino espiritual o dimensión espiritual. Este mundo sutil influencia nuestra vida en gran medida, tanto positiva como negativamente. Muchos de los problemas y dificultades de nuestra vida se deben a influencias dañinas procedentes del mundo sutil. Nuestra ignorancia e incapacidad para percibir e influenciar el mundo sutil nos convierte en víctimas indefensas de estos efectos dañinos. También nos priva de la oportunidad de mejorar nuestras vidas espiritualmente. Como el mundo sutil afecta a cada aspecto y a cada paso de nuestra vida, tener conocimiento sobre él nos ayuda a tomar las decisiones correctas que nos ayudarán a fomentar la felicidad y a protegernos de su influencia dañina.
Se llama percepción extrasensorial a la supuesta habilidad que permitiría adquirir información por medios diferentes a los sentidos conocidos. La percepción extrasensorial se denomina a veces sexto sentido. El término Percepción Extrasensorial (por sus siglas en inglés ESP) fue acuñado por Joseph Banks Rhine pero la noción de la percepción extrasensorial existe desde la antigüedad. Los antiguos Chamanes u Oráculos basaban su trabajo en el supuesto uso de poderes sobrenaturales para obtener conocimiento como son la Precognición o la Clarividencia. Ancestralmente siempre se ha relacionado el uso de estos poderes con alguna deidad o poder diabólico, no siendo hasta el siglo XX cuando, además, se intenta profundizar y darle una explicación científica o más esotérica.
La intuición
La intuición es el resultado de una serie de fenómenos que no residen en la conciencia. La intuición es la voz del alma y es más poderosa que la razón. El ser humano tiene la capacidad de poder entrenarse para educar sus reacciones inconscientes para hacer juicios de manera efectiva. Porque, efectivamente, nuestros juicios y primeras impresiones pueden educarse.
La evolución ha dotado al ser humano de herramientas esenciales como el lenguaje o la capacidad de abstracción, no debería extrañarnos que también haya sido dispuesto con la capacidad de tomar decisiones de manera rápida y eficaz, y más aún en la sociedad de ritmo tan acelerado que le está tocando vivir.
Hasta finales del siglo XX, pocos eran los científicos que confiaban en este tipo de estímulos inconscientes en la toma de decisiones, y se había determinado que eran estímulos irracionales carentes de fundamentos de peso. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que la intuición puede llegar a ser mejor que los modelos de elección racional, fundamentalmente porque el cerebro se mantiene alerta las 24 horas, y ante situaciones que requieren respuestas inmediatas, piensa mucho antes de ser nosotros conscientes de ello, y nos envía señales a modo de respuesta, pero que en la mayor parte de las veces ni siquiera podemos apreciarlas porque no estamos lo suficientemente preparados para comprenderlas.
El problema es que el pensamiento consciente y el inconsciente funcionan independientemente y difícilmente se van a poner de acuerdo si el individuo no ha sido preparado para ello.
La sudoración o la variación en el ritmo cardíaco son solo alguna de las consecuencias físicas a las señales que nuestro inconsciente nos puede estar mandando en estas situaciones. Pero hay otras muchas que no apreciamos, porque nuestro cuerpo no está preparado ni entrenado para sentirlas conscientemente, porque la mayor parte de ellas se deshilachan a un nivel tan bajo a nuestra mente que no somos capaces de detectar. Pero como toda capacidad del ser humano, si se practica y ejercita con dedicación, se volverá fuerte y eficaz.
Aquí tenemos una serie de ejercicios que nos ayudarán a desarrollar la intuición.
La Meditación:
Cuando meditamos, el cuerpo reduce nuestro stress y prepara nuestra mente para recibir información que muchas veces pasamos por alto, porque favorece nuestra concentración, y es una de las mejores maneras de desarrollar y potenciar nuestra intuición.
Un ejercicio muy sencillo y al mismo tiempo efectivo consiste en sentarnos cómodamente en una silla, con la espalda recta y los pies descansando en el suelo, cerrando los ojos y sintiendo como la silla absorbe todo nuestro peso, nuestro estrés y nuestras preocupaciones, centrándonos en todo momento en nuestra respiración, lo que hará que nos sintamos mas y mas relajados, podamos acallar nuestros pensamientos mas superficiales de modo que podamos llegar a escuchar nuestra voz interior. A medida que más practiquemos, mayor será la capacidad que vayamos adquiriendo.
Ejercicios de Visualización:
Visualizar tiene una fuerza enorme para desarrollar nuestra intuición. Y aquí explicaremos un par de ejercicios que nos ayudarán con ello.
El primero, consiste en visualizar figuras geométricas, que iremos proyectando en una pantalla imaginaria frente a nosotros. Cuadrados, círculos, triángulos, que iremos proyectando en la pantalla y cuya imagen intentaremos mantener durante varios minutos. Cuando hayamos practicado varias veces de esta manera, podremos incluso ampliar el ejercicio combinando diferentes figuras, las unas dentro de las otras.
Este tipo de ejercicios potencia del mismo modo nuestro lado creativo, porque hace que ejercitemos a la vez el hemisferio izquierdo y el derecho.
El segundo ejercicio de visualización consiste en respirar profundamente mientras nos imaginamos en un lugar agradable, que nos transmita paz, y observarlo detenidamente, sintiendo los sonidos a nuestro alrededor, el aroma del lugar, el clima, el sol, el agua o la brisa del momento proyectado, intentando estar atentos a todos los detalles y memorizarlos. En el momento de volver a abrir los ojos, nuestro cuerpo estará algo más preparado para sentir todo tipo de señales intuitivas. Y además, la experiencia de haber estado en ese lugar tan agradable, nos hará sentir mucho mejor.
Aprovechar el subconsciente mientras dormimos:
Al finalizar el día y justo antes de acostarnos, debemos reflexionar sobre las dudas y situaciones sin resolver que pudieran haber surgido durante la jornada, y recapacitar y considerar las diferentes posibilidades para darles solución. Eso hará que nuestro cerebro active su mecanismo y ponga a nuestro inconsciente a trabajar mientras dormimos.
Mas pronto que tarde, nos empezaremos a despertar con nuevas y grandes ideas, que iremos anotando rigurosamente lo cual nos ayudará a mantenerlas frescas y claras, y no importa que sea medianoche, madrugada, o después de la siesta… Las ideas y soluciones pueden surgir en cualquier instante y debemos estar preparados para ellas.
Dejándonos guiar por nuestras corazonadas:
La mejor manera de desarrollar nuestra intuición es confiando plenamente en ella. Al principio, nos podría asustar la idea de dejar todas nuestras decisiones en manos de nuestra intuición, pero lo cierto es que ella es nuestra guía interior y debemos comenzar a confiar en ella.
Empecemos a escuchar nuestra voz interior. Aquella que nos hace experimentar una sensación en el estómago que nos impulsa a hacer algo sin razón aparente, y prácticamente sin haber tenido el tiempo suficiente para pensarlo. Dejémonos guiar por ella, porque nuestra intuición sabe, por experiencia propia, lo que la razón desconoce.
Analizar las cosas sólo desde el prisma racional
puede sumirnos en un laberinto de senderos infinitos.
La intuición, por el contrario,
permite hallar la vía más directa hacia lo esencial”