Los tipos de interés negativos son un impuesto oculto al ahorro del que nadie habla. Suponen una penalización al ahorro y un estímulo al endeudamiento y la minusvaloración de los riesgos, a la vez que empuja a los ahorradores a asumir más riesgo del que en muchos casos están dispuestos a soportar.
Aunque los particulares crean que los tipos negativos no les afectan a ellos, el efecto sobre su ahorro es indudable. Cuando la rentabilidad sin riesgo, considerada como tal la ofrecida por las letras del Tesoro, es negativa (-0,6% a tres meses)y la inflación supera el 2% anual, la pérdida de poder adquisitivo del ahorro acumulado es inevitable, si no se quiere correr riesgo en las inversiones.
¿Qué pensaría si su patrimonio ahorrado durante años perdiera más de un 30% de su poder adquisitivo en apenas diez años? Esto es lo que le está sucediendo a los ahorradores alemanes que no desean correr riesgos en sus inversiones. La inflación alemana se sitúa en el 2,5% y la rentabilidad de las letras alemanas a un año es negativa en un -0,6%. Es decir, si el ahorrador germano invierte en el activo sin riesgo (las letras del tesoro alemán) cada año pierde más del 3% de poder adquisitivo y más del 30% a lo largo de diez años. En el caso de un ahorrador español la pérdida de poder adquisitivo no dista mucho de la del ciudadano alemán.
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