El FBI se centra en espiar a Wall Street y destina personal de la lucha antiterrorista
Patricia Hurtado (Bloomberg)
Que la crisis financiera internacional está causando estragos en muchos sectores -banca, empresas, gobiernos, etcíétera- no es un secreto. Pero que esta crisis salpique hasta el FBI, sí. Esta agencia de inteligencia de Estados Unidos se ha visto obligada a cambiar sus prioridades en materia de investigación y está destinando gran parte de personal hasta ahora ocupado en la lucha contra la amenaza terrorista, a perseguir casos de fraude financiero.
El caso Madoff es un capítulo más de un largo historial de estafas relacionadas con hipotecas de alto riesgo, inversiones bursátiles y fondos que tienen al Federal Bureau of Investigation (FBI) desbordado de trabajo. "Tenemos que centrarnos en los casos que consideramos que constituyen la mayor amenaza'', explica David Cardon, jefe de la división criminal de la oficina de Nueva York de la agencia de inteligencia americana.
Para ello, el FBI ha designado a la agente especial Rachel Rojas, que trabajó en la investigación del financiamiento terrorista a Al-Qaeda, para que dirija a 15 agentes centrados única y exclusivamente en estafas financieras. Un esfuerzo que se une al del departamento de Justicia, que este año ha creado 40 grupos de investigación de fraudes hipotecarios en todo el país.
Avalancha de trabajo
Las investigaciones relacionadas con la crisis de las hipotecas de alto riesgo y otros delitos financieros han crecido de tal forma que la oficina que dirige Carmona ha empezado a ser más selectiva en relación con los casos de los que se ocupa. Así, se están centrando en perseguir las estafas multimillonarias mientras que se remiten los casos menores a fiscales estatales o al procurador general del estado de Nueva York.
La avalancha es tal, que tambiíén algunos de los grandes casos se los dejan a otros organismos. Por ejemplo, el FBI no participó en la investigación sobre Marc Dreier, un abogado de Nueva York al que el 8 de diciembre se acusó de estafar a fondos de cobertura de riesgo por más de 100 millones de dólares (unos 72 millones de euros). Este caso pasó a manos de los investigadores de la Fiscalía en Manhattan.
Para ahorrarles tiempo a los agentes, la oficina del FBI en Nueva York tambiíén estableció sitios de Internet y líneas telefónicas para la recepción de correos electrónicos y pistas anónimas sobre estafas hipotecarias y casos como el de Madoff. Pero además, esta oficina del FBI tambiíén ha forjado nuevas relaciones con entes reguladores y otros organismos federales.
Sus investigadores trabajan con la Adminstración Federal de Vivienda (FHA) en lo relativo a estafas hipotecarias. "Tratamos de aunar esfuerzos'', afirma Cardona, que lleva 23 años en el FBI. "Hay una cantidad asombrosa de trabajo. Pero no tenemos suficientes recursos para investigar todo hedge fund que quiebra, ni toda institución financiera en bancarrota. No tenemos suficiente personal ni tampoco los conocimientos necesarios''.
Poco presupuesto
Y a estos problemas se añaden otros: los recursos de la oficina del FBI son escasos. Los 6.800 millones de dólares (4.800 millones de euros) de presupuesto fiscal para el año fiscal 2008 no variarán en 2009, y eso pese a que las competencias han aumentado considerablemente. "En tíérminos realistas, en una era de recursos limitados, el FBI de Nueva York se esforzará por utilizar los recursos necesarios para abordar las actividades criminales que nos parezcan más importantes'', sentenció Carmona.