El FMI reclama a los Estados mayor gasto para evitar la gran depresión
Publicado en Expansión por Ignacio J. Domingo
El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, dejó ayer un mensaje contudente a los gobiernos sobre la gravedad de la recesión mundial. En su opinión, está totalmente justificado que los estímulos fiscales registren gastos equivalentes al 3% del PIB.
Un arsenal económico encaminado –señaló Blanchard al diario galo Le Monde– a reducir los efectos de la “gran depresión†actual, y un toque de atención a Europa, timorata a la hora de diseñar su rescate presupuestario conjunto, similar al 1,5% del PIB, y a Alemania en partigular, en alusión al rechazo de la canciller, Angela Merkel, a elevar el díéficit de la potencia económica del continente.
Sin embargo, algunas voces del mercado van más allá y no descartan que la Administración Obama se vea en la obligación de alcanzar el 4% del PIB en reanimar la economía.
Una tesis que gana consistencia tras la constatación de que el PIB americano se contrajo medio punto en verano.
Aún más intenso fue el receso de la actividad británica, de 6 díécimas, una cota desconocida desde 1990, y que sacó a relucir una parálisis del críédito sin parangón en los últimos 14 años.
La sucesión de malos datos en EEUU afectan a casi todos los indicadores. Los gastos de consumo sufrieron el primer traspiíés desde 1991, y el más brusco en tres díécadas por la fuga masiva de trabajadores del mercado laboral: 533.000 personas en noviembre. Sobre todo, de la maltrecha industria automovilística.
Además, las compras de viviendas nuevas descendieron un 2,9% en noviembre en tasa interanual, pese a que el precio medio de los inmuebles se abarató un 11,5%. Una señal clara de que los bancos mantienen sus grifos crediticios cerrados ante el temor a la morosidad. No en vano, a lo largo del año han perdido su empleo 1,9 millones de trabajadores. “El mercado de inmuebles continúa sin tocar fondoâ€, dicen los expertos.
El único dato que arroja algo de luz es el índice Michigan de consumo, que repuntó desde los 55,3 puntos de noviembre al nivel 60,1 este mes por la caída del 3,8% del carburante que, a los ojos de los ciudadanos, no empujará al PIB a la deflación. Entre otras razones, por la confianza en la política de tipos próximos a cero de la Fed, lo que alejará este fantasma y logrará que arranque la actividad crediticia. Al igual que el estímulo de Obama, engordado hasta los 850.000 millones de dólares.
La radiografía británica revela una sintonía similar. Las esperanzas del primer ministro, Gordon Brown, en restablecer la concesión de príéstamos, se centran en el agresivo recorte de tipos del Banco de Inglaterra al 2%; el precio del dinero más bajo desde 1951. El consenso privado habla de un recorte de tipos cercano a cero tambiíén en Gran Bretaña.
Incluso David Miles, analista de Morgan Stanley, declara un “cauteloso optimismo†en que el rescate fiscal de Brown y el oxígeno del banco central “eviten que la recesión se torne larga y prolongadaâ€.
íngel Gurría, secretario general de la OCDE, en declaraciones a France Info, relega el despegue mundial hasta 2011.
Europa continúa emitiendo signos de suma fragilidad
Holanda sigue sorteando los números rojos, pero a costa de un parón total de actividad en el tercer trimestre, debido al apagón inversor y del consumo en la quinta economía de la zona del euro. Esta trayectoria de debilidad se consumará en recesión a lo largo de 2009. Según cálculos oficiales del Ejecutivo holandíés, el receso será del 0,75% para el conjunto del año, lo que obligará a incurrir en díéficit por primera vez desde 2005.
La turbulencia financiera global ha dañado ya la actividad exportadora y las inversiones corporativas de Holanda. Tambiíén Italia ha registrado un drástico deterioro del consumo, ante la preocupación de que los despidos masivos ya en marcha alarguen la recesión durante todo 2009, como augura la patronal trasalpina Cofindustria.