Ni siquiera el rescate federal pudo salvar a tres de las últimas plantas que aún fabricaban vehículos todo-terreno en Estados Unidos.
Debido a sus problemas financieros y al mercado a la baja de los tambiíén llamados SUVs, el día de ayer General Motors cerró sus fábricas de Janesville, Wisconsin y Moraine, Ohio, marcando el final de una íépoca en la que los vehículos todoterreno dominaban las calles. Tales cierres siguieron al del viernes pasado de la fábrica de Chrysler en Newark, Delaware, en la que se producían SUVs de gran tamaño.
La última Tahoe de Chevrolet salió de la línea de producción de este lugar poco despuíés de las 7 de la mañana en la planta de 90 años de antigí¼edad, en la cual se construyeron más de 3.7 millones de vehículos todo-terreno de gran tamaño desde principios de la díécada de 1990.
La mayor parte de los 1 mil 100 trabajadores restantes de la fábrica no asistirían a trabajar el último día de la misma, pero muchos se presentaron para presenciar la emotiva ceremonia de cierre.
Dan Doubleday, quien llevaba 22 años trabajando en la fábrica, no pudo evitar el llanto en el nevado estacionamiento de la planta despuíés de la ceremonia. “Era conductor de carretilla elevadoraâ€, comentó entre lágrimas mientras veía su reloj. “Hasta hace unos siete minutosâ€.
Termina la era de las SUV’s
Michigan—En el cafíé Mocha Moment de a la vuelta de la esquina, los compañeros de trabajo Michael Berberich y Lisa González intercambiaron regalos de Navidad tal como lo habían hecho casi cada año desde que los dos fueron contratados en 1986. “Durante un buen tiempo nos fue bienâ€, comentó González.
El destino de las plantas de Janesville, Moraine y Newark fue decidido la pasada primavera, cuando los precios a la alza de la gasolina de pronto hicieron que los SUVs perdieran popularidad, y mucho antes de que el presidente George W. Bush aprobara los 17.4 mil millones de dólares en príéstamos de emergencia la semana pasada para impedir la quiebra de GM y Chrysler.Mientras que el mercado de los vehículos nuevos en general ha disminuido en un 16 por ciento en el año, las ventas de los vehículos todoterreno de gran tamaño se han desplomado en un 40 por ciento.
Debido a la preferencia actual de los consumidores por vehículos más pequeños que consumen menos combustible, para GM ya no era necesario producir SUVs de gran tamaño en Janesville ni en otra planta de Texas. Aun así, algunos trabajadores de Janesville sintieron que GM rompió la promesa que había hecho en su contrato de 2007 al sindicato de Trabajadores Automotrices Unidos (UAW, por sus siglas en inglíés) en cuanto a mantener la planta en funcionamiento.
“No nos merecíamos estoâ€, comentó John Dohner Jr., presidente de taller. “Todos nos hemos esforzado mucho para intentar asegurar nuestro futuro aquíâ€. La participación en el mercado a la baja ha obligado a GM, Chrysler y Ford Motor Co. a cerrar más de una docena de plantas de ensamblaje en los últimos años.