MARK KNOPFLER, "kill to get crimson"
Despuíés del delicioso "ALL THE ROADRUNNING" a dúo con Emmylou Harris. El ex-lider de Dire Straits nos entrega un nuevo trabajo discográfico en un tiempo record.
La industria discográfica esta atravesado una gran crisis que la llevará a una inevitable transformación. La piratería, la descarga de las canciones por internet totalmente gratis y la falta de una política industrial y musical clara, tiene contra la pared a la antaño afición preferida de la juventud y de los más creciditos.
Las televisiones tampoco ayudan mucho, se nutren de la música para explotar programas en las que no participan artistas, sino aspirantes muy pocas veces con verdadero talento.
Todo esto, hace que los exitosos artistas de finales de los sesenta como Bob Dylan, Eric Clapton, e incluso los Rolling Stones despierten aún curiosidad.
Compositores o cantantes más cercanos como pueden ser Mark Knopfler tambiíén tienen sus seguidores que consumen sus entregas por afición o por carecer de alternativas más aportativas.
En esta díécada, muy cercana a su finalización, los verdaderos artistas que han aflorado y conquistado al público han sido más bien escasos.
La industria tiene que tirar hacía algún lado, y mientras se decide, los artistas de “siempre†siguen lanzando sus trabajos al mercado sabedores que tienen aseguradas unas mínimas ventas.
En “kill to get crimsonâ€, Mark Knopfler nos presenta 12 temas en su línea habitual. Bien trabajados, bien producidos, con gusto, pero sin sorpresas.
El disco está grabado en los londinenses de British Grove Studios. Esta producido por el mismo Mak Knopfler con la ayuda de Guy Fletcher y Chuck Ainlay. Y entre los músicos invitados aparecen gente de la talla de Chris White, Ian Lowthian y Glenn Cumming, que dan vida a las doce composiciones de Knopfler.
En el nuevo álbum de canciones encontramos temas en la conocida línea de los Dire Straits como “punish the monkeyâ€, con los sonidos guitarreros del mítico grupo de los años 80. Ambientes musicales que pueden recordar a las baladas de Leonard Cohen como “madame geneva´sâ€. O, simplemente, muy agradables canciones, como pueden ser: “true love will never fade†o “secondary waltzâ€, en la que se oyen reminiscencias de artistas franceses como Gilbert Becaud o Jacques Brel, en los trabajos vocales y en el ambiente musical. Un trabajo parecido de fusión entre el vals y el pop ya lo hizo Melanie a principios de los años 70, con aquel maravilloso “Any Guyâ€.
Un disco para los amantes de este estilo relajado y bien trabajado, con influencias: pop, country, folk, y para los incondicionales del artista. Trabajos así siempre son de agradecer, especialmente teniendo en cuenta la gran cantidad de CD´S que afluyen a las tiendas sin el menor interíés.
Sello discográfico: Mercury
Editora: UNIVERSAL.
Referencia: 1742072
Año: 2.007
Precio aproximado: 19 euros.
Valoración: 7.
