EFE
Los precios del azúcar, aceites vegetales, productos lácteos y carne son los que más bajan, dijo la FAO.
Los precios internacionales de los alimentos básicos podrían descender todavía más este año por la debilidad de la demanda, después de que se contrajeran el 3.5% anual en 2018, según pronósticos de la FAO.
El experto de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Adam Prakash subrayó hoy a Efe que en principio no se esperan problemas de producción para 2019, mientras que sí existe “cierta ralentización económica a nivel global, particularmente en China”, que puede influir en la demanda.
De esta forma, aseguró, el índice de la FAO que mide la evolución de los precios de los alimentos “podría caer más por la débil demanda” este año.
En 2018, este indicador registró un promedio de 168.4 puntos, un 3.5% menos que en 2017 y un 27% menos que el máximo alcanzado en 2011.
Los valores que más bajaron fueron los del azúcar (el 22% anual), seguidos de los de los aceites vegetales (15%), los productos lácteos (4.6%) y la carne (2.2%).
Por el contrario, los precios de los principales cereales se incrementaron en ese periodo el 9% “debido sobre todo a cierta escasez de trigo y maíz en el suministro, pero no es el caso este año”, según Prakash.
Aunque pueden registrarse eventos meteorológicos extremos o brotes de enfermedades que causen escasez puntual de oferta, el experto precisó que todavía existen importantes excedentes para compensar.
Prakash agregó que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China son una fuente de “incertidumbre”, sobre todo teniendo en cuenta que el gigante asiático “es uno de los grandes actores en el mercado global como importador de materias primas”.
Las negociaciones actuales entre las dos potencias van encaminadas a evitar que EEUU eleve los aranceles que mantiene a productos chinos a cambio de que, por ejemplo, Pekín compre soja estadounidense.
En ese mercado, Prakash explicó que China podría estar buscando otras formas de abastecerse, estrategia que puede beneficiar a otros productores de soja como Brasil y Argentina.
También han despertado inquietud en los analistas los resultados del censo agrícola que anunció China a finales del año pasado y que presentan una revisión al alza de 312 millones de toneladas de cereales en una década, el equivalente a la producción anual de la Unión Europea.
El especialista de la FAO expresó sus dudas respecto a la “veracidad” de esas cifras y al impacto de esa producción adicional, ya sea en forma de más reservas o menos compras internacionales, un elemento más de “incertidumbre” en el comercio global.