Agencias
Cada vez hay menos espacio en las ciudades y la demanda de viviendas asequibles no deja de aumentar. Hacen falta más de 1 millón de viviendas en Alemania dado que en los últimos años se construyó mucho menos de lo necesario.
La Bauhaus y la vivienda asequible
La escuela Bauhaus y su influencia en la vivienda asequible aun perdura en estos tiempos
Para Titus Benhart, construir viviendas urbanas en lugar de mansiones de lujo es una experiencia nueva. Un municipio de Alemania le ha encargado al arquitecto la construcción de 140 viviendas de alquiler. Deben ser económicas, pero sin renunciar al buen diseño.
Durante muchos años, Benhart diseñó propiedades para clientes de gran poder adquisitivo. Ahora construye casas para gente con ingresos medios. Las viviendas tienen líneas claras, formas geométricas y la reducción a lo esencial. Dicho estilo está inspirado en la escuela Bauhaus.
"La fuerza que desató la Bauhaus en aquel entonces como corriente totalmente nueva trasladada a un contexto social completamente diferente sigue hoy vigente", señala. Benhart.
"A nosotros nos inspira sobretodo la claridad y la forma integral del concepto Bauhaus. Ellos crearon algo nuevo tanto a nivel teórico como práctico que no solo aplicaban a la construcción de edificios, abarcaban todos los aspectos. Desde el diseño industrial al diseño gráfico y siempre con la premisa de que fuera accesible a todas" agrega.
Cabe resaltar que las viviendas diseñadas por el arquitecto están subvencionadas y el metro cuadrado solo cuesta 6 euros y medio (US$ 7).
"Todos tienen derecho a la buena arquitectura y a una elaboración y un diseño industrial buenos" afirma Benhart.
En la actualidad, hacen falta más de 1 millón de viviendas en Alemania dado que durante los últimos años se construyó mucho menos de lo necesario.
En ciudades como Múnich, cada vez menos personas pueden pagar el continuo encarecimiento de los alquileres.
Cuando se fundó la escuela Bauhaus también había escasez de viviendas. En el Berlín de hace 1 siglo, las familias numerosas vivían e incluso trabajaban frecuentemente en espacios de pocos metros cuadrados, en edificios oscuros y estrechos.
En 1919, e impulsados por una idea de utopía social, se fundó la famosa escuela de diseño que rompió de raíz con los conceptos tradicionales. Los arquitectos de la Bauhaus defendían la vivienda digna al alcance de todos, una idea revolucionaria en aquel entonces.
Al implementar la construcción estandarizada y en serie lograron abaratar los costos para que más gente pudiera acceder a la vivienda. El diseño sobrio de Bauhaus se considera el inicio del modernismo: mucho cristal, ventanas grandes y colores primarios.
Otra idea de la Bauhaus fue la producción industrial de módulos habitables. En aquel entonces no existía la tecnología necesaria. Hoy en día se prefabrican edificios enteros.
Un ejemplo es la empresa Kleusberg que fabrica módulos a partir de estructuras metálicas y paredes prefabricadas. Todos los días se elaboran 16 módulos que acabarán convirtiéndose en jardines infantiles, hospitales o escuelas.
El suelo y las ventanas se incorporan a la construcción una vez que los módulos se han ensamblado. Este proceso toma la mitad de tiempo que la construcción convencional.
"Ya no existe ese rechazo de que esta forma de construir es de alguna forma menos valiosa, más sencilla o algo menos flexible que su diseño. Con excepción de las formas curvas, se puede hacer lo mismo que de la manera convencional. Y si tuviera que haber algo curvo también lo podríamos hacer" indica Jan Ackerstaff, director de marketing de Kleusberg
Para las ciudades que necesitan crear viviendas asequibles, el mayor desafío está en reducir esos costes de construcción. Así se logró, por ejemplo, que el alquiler en algunos departamentos de Múnich sea toda una ganga: 10 euros (US$ 11) por metro cuadrado.
Los problemas en la construcción podrían seguir agravándose puesto que constructoras y urbanistas se enfrentan a una tarea nada sencilla: construir viviendas baratas y rápido, pero de buena calidad.
