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Autor Tema: No se deje llevar por sus emociones en manejos financieros: Generalmente nos equivocamos cuando nos apresuramos...  (Leído 266 veces)

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Por...  Liz Weston


Generalmente nos equivocamos cuando nos apresuramos. Si se siente presionado a comprar un producto, a contratar un servicio o a invertir en algo, tómese su tiempo.

La asesora financiera Jill Schlesinger ha visto a mucha gente inteligente cometer errores infantiles con el manejo de su dinero.

Un cliente se negó reiteradas veces a sacar un seguro por incapacidad y resultó que tenía esclerosis múltiple. Un médico conocido suyo no hizo un testamento y dejó obligaciones impositivas de seis números.

Un ingeniero de una firma de tecnología no aceptó su recomendación de que vendiese ciertas acciones y enfrentó tiempos muy duros al jubilarse tras la caída del mercado.

Schlesinger, analista económica de CBS News y autora de "The Dumb Things Smart People Do With Their Money" (Las cosas bobas que hacen personas inteligentes con su dinero) admite haber dado algunos pasos en falso ella misma, como esperar “el momento justo” para invertir y desaprovechar una pronunciada subida del mercado.

“Somos animales emocionales, no solo racionales”, declaró Schlesinger. “Por ello gente inteligente se deja llevar por sus emociones --generalmente miedo y codicia-- y por sus prejuicios”.

Hay una rama de la economía que se dedica a explorar cómo se toman las decisiones financieras, incluidas las erradas. Trata de descifrar cuándo nuestro cerebro y nuestras emociones nos llevan por la senda equivocada y qué podemos hacer al respecto.

Sea pesimista


A la mayor parte de nosotros no nos gusta pensar en lo que no va a salir bien, destaca Schlesinger, y muchos de nosotros creemos que podemos predecir el futuro. Un exceso de confianza y de optimismo, así como la certeza de que el pasado reciente continuará inalterado, pueden hacer que no tomemos las medidas necesarias para protegernos.

El cliente que no quiso comprar un seguro por incapacidad, por ejemplo, pensó que no lo necesitaba porque estaba saludable. El individuo que no quiso vender sus acciones en el momento indicado no entendió lo vulnerable que era a cualquier cambio de rumbo del mercado. El médico simplemente no pensó que se podía morir.

El antídoto a este tipo de pensamiento es dejar de calcular cuáles son las posibilidades de que las cosas tomen el rumbo equivocado. Enfóquese en cambio en lo que usted y sus seres queridos pueden perder si sucede lo peor. Si no puede absorber las pérdidas, compre un seguro, diversifique sus inversiones y escriba un testamento.

Relájese

Los vendedores tratan de hacerle creer a la gente que debe actuar de inmediato. Pero generalmente nos equivocamos cuando nos apresuramos. Si se siente presionado a comprar un producto, a contratar un servicio o a invertir en algo, tómese su tiempo.

Schlesinger recomienda hacerse estas cinco preguntas antes de invertir en algo. Estas preguntas pueden aplicarse en otros terrenos financieros.

¿Cuánto le va a costar?
— ¿Cuáles son las alternativas?
— ¿Qué tan fácil es sacar el dinero si así lo quiero y qué comisiones o castigos deberé pagar?
— ¿Cuáles son las consecuencias impositivas?
— ¿Qué es lo peor que me puede pasar?



Asesórese y escuche a los expertos

La mayoría de los asesores financieros no están obligados a poner sus intereses por encima de los de ellos. Pueden hacerlo invertir en algo que cuesta más o que no rinde tanto como otras alternativas simplemente porque su comisión es más alta.

Es por esto que mucha gente decide manejar por sí sola sus finanzas. Esto puede estar bien, según Schlesinger, si uno tiene conocimientos básicos y sabe que debe pagar sus tarjetas de crédito, ahorrar para cuando se jubile y contar con un fondo de emergencia.

Pero de todos modos es aconsejable consultar con expertos si se presentan situaciones complejas. Si el gobierno le hace una auditoría, búsquese un experto en asuntos impositivos. Si lo demanda un acreedor, consígase un abogado. Si va a heredar una suma importante --más dinero del que está acostumbrado a manejar-- hable con un planificador financiero que se compromete por escrito a velar por sus intereses.

Cuanto más dinero tenga, más probabilidades hay de que tenga que enfrentar situaciones complicadas, que requieren conocimientos que usted no tiene. Cualquier paso en falso puede tener graves consecuencias.

“Todos cometemos errores bobos y algunos pueden ser costosos y alterar nuestras vidas”, advirtió Schlesinger.


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 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...