Por... Samantha Jimenez
Para muchos puede ser el trabajo soñado: Tiempo libre para hacer todo lo que quieras hacer a tu ritmo y manera. La única obligación es acercarse hasta el puesto de empleo para marcar el inicio de la jornada laboral y el final con una tarjeta.
Como si fuera poco, el sueldo es de 2.320 dólares mensuales, con aumentos anuales, vacaciones pagas y aportes sociales. Y aunque parezca mentira, te informamos que sí, es una oferta real.
Este proyecto surge de una convocatoria de la Agencia de Arte Público de Suecia y la Administración Sueca del Transporte. En 2017, iniciaron un concurso internacional para artistas interesados en realizar su aporte en la nueva terminal. El ganador recibiría como premio 750 mil dólares.
Se trata de un experimento social en Suecia. Es un proyecto de arte conceptual que formará parte de la nueva estación de trenes de Gotemburgo. Hay una sola vacante, que será cubierta recién en 2025. Los postulantes no tienen que cumplir con ningún requisito en especial.
Fue así como Simón Goldin y Jakob Senneby decidieron romper el molde y presentaron una idea disruptiva. En vez de diseñar un mural o una escultura para la estación, quisieron mostrar una iniciativa de arte conceptual.
El empleado seleccionado tendrá que marcar su ingreso todas las mañanas en la terminal. De manera automática, se encenderá una fila de luces ubicadas en las plataformas ferroviarias para avisarles a todos que la persona ya comenzó su jornada. Durante el transcurso del día puede hacer lo que quiera. Una vez que termine, deberá fichar para que se apaguen las luces.
Los autores del proyecto citaron la teoría del economista francés Thomas Piketty sobre la riqueza acumulada creciendo a una tasa mayor que los incrementos en los salarios de los trabajadores. El resultado, según Piketty, es una brecha creciente entre los muy ricos y el resto de la población.
Este proyecto lo titularon “Empleo eterno” el cual resultó ser ganador en octubre pasado, en donde el jurado lo definió como “una expresión artística de gran calidad”. Pero la noticia generó un gran debate en Suecia, muchas veces contradictorio.