Bruselas
Economía, comercio, telecomunicaciones y previsiones de consumo de agua, que al parecer no tienen mucha relación entre sí, hoy salen a la luz como elementos significativo, para el planeta en su conjunto.
Tales asuntos resaltan durante esta jornada, atendida como el Día Mundial del Agua. De ahí que cuando se navega por las redes sociales, o simplemente se revisa la cuenta de correo electrónico se gasta agua, ese preciado líquido que cada día aparece más reflejado en los medios de prensa como un problema para la humanidad.
Un informe de estudiosos señala que si recibes información y procesas datos en cualquier parte del mundo cada aparato empleado para dicho fin desprende calor y consume grandes cantidades de energía.
Por tanto, para lograrse dichas operaciones informáticas sea necesario un gasto de agua considerable, pues así es como funciona y viajan los datos por la red.
Una investigación del Imperial College de Londres (Reino Unido) en 2015 y recordado en Europa esta semana, indica que podríamos gastar hasta 200 litros de agua en la descarga de un sólo gigabyte (GB) de datos.
La cifra es preocupante. Sobre todo si tenemos en cuenta que, solamente el año pasado, el gasto promedio de celulares inteligentes en Europa occidental ascendió a 1,9 GB por mes y por persona.
Y en Estados Unidos la cifra mensual alcanzó los 3,7 GB, de acuerdo con un informe de la compañía de telecomunicaciones Ericsson.
El especialista británico en tecnología Bill Thompson señala al respecto que lo necesario es cambiar el comportamiento de quienes gestionan los centros de datos. Tales entendidos dicen que la razón responde al proceso fundamental de mantener los centros de datos refrigerados.
De ahí que las búsquedas de datos en Internet representen en la actualidad un tema de comercio y consumo de aguas, fundamentales.
No obstante, antes de alarmarse y tirar el router por la ventana, conviene tener en cuenta un apunte de uno de los investigadores del Imperial College, Bora Ristic.
Este estudioso comentó que existe un amplio grado de incertidumbre en esa cifra (la del gasto de agua por GB) y podría en realidad ser de un litro por GB.
Pero el informe permitió poner de relieve la huella hídrica, el impacto ambiental relacionado con el gasto de agua de los centros de computación, ahora sobre el tapete.
Para el especialista Bill Thompson es muy útil hacer una investigación preliminar para comenzar a examinar el problema.
Insiste en que es muy poco probable que cambie el comportamiento del consumidor; lo que hay que cambiar es el comportamiento de quienes gestionan los centros de datos.
Agrega no creer que la gente evite ver videos por Internet debido al consumo de agua, pero si elegir un sistema que sea consciente del daño ambiental.
Kaveh Madani, del Centro de Política Medioambiental del Imperial College, dice que las cosas mejoraron desde que comenzó tal análisis, mientras Facebook, Apple, Microsoft y Google hicieron mejoras considerables respecto a su huella hídrica.
Pero el peligro y el consumo de agua relacionado con la tecnología siguen como un peligro necesario a atajar.