A mí la bolsa lo que me deja es estupefacto, va por libre, pero infelicidad, no. Afortunadamente, en este momento, veo los toros desde la barrera y seguramente, el próximo año veríé al oso cargarse a los toros de cuatro zarpazos. Un buen fin de año para todos y, en especial, al Zorro que sabe mucho de estas cosas (no síé para que me despido porque seguro que mañana entro de nuevo, el mundo financiero me necesita)