Por... Martha Andrés Román
Estados Unidos y China emprenden hoy una nueva ronda de negociaciones comerciales en medio de un panorama más complejo que el previsto hace pocos días, ante el anuncio de nuevas tarifas por parte de Washington.
A finales de abril el propio presidente norteamericano, Donald Trump, aseguró que marchaban bien las conversaciones entre su país y el gigante asiático para alcanzar un acuerdo comercial y poner fin a las disputas existentes en esa materia entre las dos mayores economías del mundo. Sin embargo, el domingo último el jefe de la Casa Blanca sorprendió a empresas y mercados con el anuncio de que a partir del viernes incrementará del 10 al 25 por ciento las tarifas impuestas a productos chinos valorados en 200 mil millones de dólares.
Incluso llegó a amenazar con imponer iguales gravámenes a mercancías del país oriental estimadas en 325 mil millones de dólares que hasta ahora permanecen libres de esos impuestos, en una escalada de presiones contra la que Beijing indicó que adoptará medidas de respuesta.
Para justificar este regreso a la retórica y las acciones de confrontación, Trump argumentó que las negociaciones bilaterales sobre el esperado pacto Washington-Beijing iban muy lentas.
Ayer llegó a decir que la nación oriental había querido renegociar el acuerdo con la esperanza de retrasar el tema para luego abordarlo con un demócrata que lo derrote en las elecciones de 2020.
Adivinen qué, eso no va a pasar, expresó el mandatario en Twitter, y dijo que China había confirmado el viaje a Washington del viceprimer ministro Liu He, quien encabezará las conversaciones a desarrollarse durante hoy y mañana.
La decisión del mandatario de incrementar las controvertidas tarifas provocó volatilidad en los mercados, y generó críticas de compañías norteamericanas que se ven obligadas a pagar más por los productos chinos, a subir los precios a los consumidores o a disminuir sus márgenes de ganancia.
Este miércoles los principales índices bursátiles del país tuvieron una leve recuperación tras dos días de pérdidas, después de que Trump confirmó el viaje de Liu 'para realizar un trato'.
Sin embargo, durante un mitin de campaña celebrado en Panama City, Florida, el jefe de la Casa Blanca retomó los ataques contra la nación asiática al acusarla de haber roto el trato que se estaba pactando y manifestar que no retrocederá en la imposición de aranceles a menos que Beijing 'deje de engañar a nuestros trabajadores'.
Incluso sugirió que Estados Unidos estaría bien si no hubiera acuerdo y volviera a avivarse la disputa calificada de guerra comercial.
Si no hacemos el trato, no hay nada de malo en recaudar más de 100 mil millones al año en aranceles, nunca habíamos hecho eso, apuntó en el evento en Florida.
Chris Rupkey, director general del grupo financiero global MUFG, escribió en una nota en respuesta al discurso de Trump que los mercados podrían seguir asaltados por ese tipo de retórica.
No estamos seguros de a quién se dirigió el presidente esta noche el mitin de campaña, pero seguramente asustará a los mercados financieros, estimó el experto, citado por la televisora CNBC.
Trump argumenta que el país se beneficia de los ingresos obtenidos del pago de gravámenes por parte del territorio asiático, y sostiene que es esa nación la que está pagando el costo, no Estados Unidos.
Sin embargo, muchos economistas consideran que el mandatario no está observando todo el panorama, porque aunque las arcas del Gobierno pueden ver algún beneficio de las tarifas, los efectos de dichos impuestos probablemente perjudicarán a la economía en general.
'Nunca hemos estado tan cerca de la puerta de la recesión simplemente basándonos en las políticas de Washington', manifestó Rupkey sobre ese tema.
A pesar de la dura retórica, Welles Orr, asesor de comercio de la firma de abogados Miller & Chevalier y exfuncionario comercial, declaró a Bloomberg que es probable que las dos naciones finalmente lleguen a un acuerdo.
El incentivo es fuerte para Estados Unidos, porque ha hecho grandes progresos. Por otro lado, los chinos quieres demostrar que puede ser negociadores serios y cumplir con sus compromisos, consideró.
A su vez, economistas del grupo de banca de inversión Goldman Sachs coincidieron en que hay grandes probabilidades de un pacto, pero estimaron muy difícil que se consiga a tiempo para evitar la entrada en vigor mañana de las nuevas tarifas.