Por... JEAN PIERRE OLIVEROS
Uno de los sistemas de trabajo y forma de ganar dinero peligroso y disperso por todo el mundo son los conocidos como «esquemas ponzi«, o sistema piramidal. A este tipo de sistemas se les asocia por ejemplo a Herbalife, el cual se explicará posteriormente. Este esquema parece haber llegado al criptomercado, siendo el acusado OneCoin.
Para comprender este artículo se debe comprender que es un esquema ponzi, el básicamente es una operación de inversión fraudulenta en la que el operador paga a sus inversionistas el dinero nuevo que pagan los nuevos, en lugar del beneficio obtenido a través de fuentes legítimas. Por lo general, no hay un producto o servicio real en el que se esté invirtiendo el dinero. Básicamente, los nuevos miembros de un esquema Ponzi financian los pagos para los antiguos miembros.
Esto continúa hasta que no se incorporen más miembros nuevos, el dinero se agote y la operación se cierre, dejando a mucha gente sorprendida porque no recuperaron su dinero (estafados). Además, se les promete que podrán escalar la escalera de cargos mientras más gente reclutes.
Si se observa, es el caso de Herbalife, donde te prometen que eres tu propio jefe, pero debes pagar por los productos, pagar una comisión por los productos, donde al final tu beneficio es menor al que realmente parece. Una manera fácil de detectar los esquemas ponzi es si te prometen un retorno sin un acuerdo bien especificado, por lo cual pierdes dinero.
Ahora podemos analizar el caso de OneCoin, quien alega no ser un sistema ponzi. Aclarando que recaudó cientos de millones de dólares en todo el mundo al atraer a los inversores con la promesa de grandes retornos y un riesgo mínimo, siendo un indicio de esquema ponzi pero sin ser vinculante, dado que eso implicaría que todos los proyectos criptos serían ponzi.
Todo comienza en abril con una iglesia en Samoa, cerca de Oceanía, se convirtió en el centro del escrutinio después de que los ministros invitaron a OneCoin a hablar con su congregación. En particular, el banco central de Samoa prohibió cualquier actividad relacionada con el esquema en 2018, pero los representantes lograron acercarse al Centro de Adoración de Samoa y presentaron sus productos de inversión.
Tras una investigación realizada por el banco central de Samoa de la empresa, los directores OneCoin decidieron actuar al enviar una carta al Observador de Samoa, en la que niegan las acusaciones y sospechas de lavado fondos a través de Nueva Zelanda a Samoa, resaltando que no son un esquema ponzi.
La compañía explica en la carta lo siguiente:
“… es una criptomoneda centralizada de código cerrado. El sistema cerrado tiene políticas estrictas de ALD y CFT (lucha contra el lavado de dinero y lucha contra el financiamiento del terrorismo), así como la implementación de KYC (Conozca a su cliente) y, como en nuestro caso, evita las transacciones anónimas».
OneCoin argumenta que tales criterios impiden que la empresa sea un esquema Ponzi, y agrega que «al aceptar el contrato, el usuario se convierte en propietario de una empresa independiente e independiente». La compañía no se considera responsable de las actividades realizadas por usuarios en Samoa y Nueva Zelanda. OneCoin también dijo:
“Deje en claro que ni OneCoin ni las compañías de OneLife tienen organización, representación o empleados en Samoa y Nueva Zelanda. Nadie tiene autoridad para actuar o hacer declaraciones en nombre de la compañía en Samoa y Nueva Zelanda».
Actualmente sigue la lucha entre el aparato legislativo del país y la empresa, discutiendo si la empresa se debe hacer responsable sobre como actúan con los usuarios. Esto nos permite cerrar el artículo con una pregunta al lector:
Si una empresa permite que utilicen su producto para generar esquemas ponzis, ¿es responsable de estos actos?