Ottawa
Canadá y la Unión Europea (UE) ratificaron que son parte de una fuerte asociación estratégica, al término de una cumbre de dos días que tuvo lugar en la ciudad de Montreal, provincia de Quebec.
En una declaración conjunta, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, coincidieron en 'la amplia y profunda relación' entre las partes.
Seguiremos profundizando nuestra cooperación para lograr un crecimiento económico que beneficie a todos, combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente, subrayó el texto.
Además, manfestaron sus puntos de vista comunes en cuanto a 'promover la paz y la seguridad internacional, así como la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer', acotó la declaración.
Algunos medios de prensa locales, anticiparon que Trudeau trataría de seducir a los europeos con el Acuerdo Económico y Comercial Integral (CETA), uno de los temas de mayor interés.
De hecho, la reunión, desarrollada miércoles y jueves, se centró en el CETA y el Acuerdo de Asociación Estratégica (SPA)entre Canadá y la UE.
La semana pasada, al anunciar la Cumbre, Trudeau afirmó que 'Canadá y la UE son socios cercanos, aliados y amigos'.
Segundo socio comercial y de inversión más importante de este país, la UE es un socio principal en muchos asuntos de política exterior y seguridad internacional.
El CETA se rubricó en octubre de 2016 y entró en vigor en septiembre de 2017, lo que le da a Canadá acceso preferencial a los más de 500 millones de consumidores de la UE.
En 2018, las exportaciones de mercancías desde aquí hacia el Viejo continente fueron de casi 44.5 mil millones de dólares, un aumento del 7.0 por ciento respecto al año precedente.
Las exportaciones canadienses de mayor crecimiento a la UE fueron el aluminio, vehículos motorizados y partes, combustibles minerales y aceites, productos químicos inorgánicos y madera.
Entretanto, el Acuerdo de Asociación Estratégica, promueve la colaboración entre los dos lados en asuntos como la paz y la seguridad internacional, la lucha contra el terrorismo, los derechos humanos, la no proliferación nuclear y el cambio climático.
Casi todo el CETA, que supera el 90 por ciento, entró en vigor bajo lo que se conoce como aplicación provisional, pero las ratificaciones individuales de los países miembros de la UE lo pondrán en vigencia.
Eso significaría una victoria para el orden comercial internacional que ha estado bajo asalto por parte del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Hasta la fecha, solo 12 de los 28 Estados miembros de la UE lo ratificaron; sin embargo, aún no lo hicieron Alemania ni Francia, este último, escenario de protestas recientes de agricultores y activistas contrarios al CETA.