Por... MARK GURMAN
La tarjeta requiere de un cuidado de joyería fina y se jacta de tener un grabado con láser elogiado por su enfoque en la privacidad.
La nueva tarjeta de crédito de Apple, lanzada en agosto, ha sido elogiada por su enfoque en la privacidad, las características que facilitan ver a dónde va el dinero y por su estética minimalista. “Es la tarjeta más bellamente diseñada”, afirmó Jennifer Bailey de Apple cuando la compañía la anunció en marzo.
Un documento de soporte para la tarjeta, que se lee como si se tratara de las instrucciones de cuidado de una pieza de joyería fina, se jacta del grabado con láser utilizado para imprimir los nombres de los clientes, un “proceso de recubrimiento de múltiples capas” diseñado para darle a la tarjeta un blanco agradable acabado mate y el material de la tarjeta, titanio, un hecho que se menciona 13 veces en el documento.
¿Pero cuánto titanio hay en realidad en esa tarjeta? Para averiguarlo, un periodista de Bloomberg Businessweek envió la suya a un mineralogista, profesor de Berkeley de la Universidad de California, Hans-Rudolf Wenk. El profesor Wenk usó lo que se conoce como microscopio electrónico de barrido, o dispositivo SEM por sus siglas en inglés, para determinar la composición atómica de la tarjeta. Encontró que la respuesta es aproximadamente 90 por ciento. El resto de la tarjeta es de aluminio, según el análisis.
La Apple Card no es la primera tarjeta de crédito fabricada con metal, ya que tanto American Express como Chase ofrecen sus propias tarjetas pesadas, pero Apple destaca, dado el impulso de la compañía para comercializar su esencia metálica. También es el primer producto de Apple hecho principalmente del metal fuerte y liviano desde que la computadora portátil PowerBook fue descontinuada hace 15 años, y podría ser una prueba de fabricación para los nuevos relojes de titanio de Apple que se lanzarán este otoño.
