Agencias
China se está convirtiendo en una de las grandes decepciones del año, pese a que previsiblemente se encontrará entre los países con mayor crecimiento en el curso.
Y es que cada vez se espera un avance menor de su PIB, a medida que se conocen unos datos macroeconómicos que dibujan una reapertura con menor impacto del esperado, y que centran las preocupaciones en dos sectores: el inmobiliario y el de la banca en la sombra.
Los analistas de Julius Baer aseguran que "la desaceleración del sector inmobiliario ha continuado y sigue siendo uno de los principales lastres de la economía", lo que se une a una batería de datos débiles, que han provocado que la firma reduzca sus previsiones de crecimiento del país hasta el 4,8% para este año y al 4,2% para 2024.
Estas cifras han venido a la baja a lo largo de todo el año, ya que a mediados de junio esperaban un crecimiento del 5,2% para el presente curso y del 4,5% el año que viene.