Nestlé, Unilever o PepsiCo advierten a los Gobiernos de que las medidas de proteccionismo que están aplicando los países, así como la falta de una política clara y eficaz por los grandes actores internacionales, pueden poner en peligro el suministro de alimentos, con el riesgo de que el hambre crónico se pueda duplicar en todo el planeta.