Antes de viajar vigila que tu vehículo tenga el parabrisas lo suficientemente limpio como para poder conducir sin problemas de visión. De lo contrario, te expondrás a una sanción de 200 euros. Tener aseado el coche no sólo sirve para presumir...
Son 200 euros que nos podemos ahorrar también evitando cosas tan absurdas como circular con un cartel colgado de "Se vende". Porque dificulta la visión y porque conducir no es lo mismo que hacer publicidad.
Lo mismo sucede con acciones como el conducir hablando por teléfono, con auriculares puestos, tirar una colilla por la ventana, quedarse sin gasolina durante el viaje o ir al volante en chanclas, sin camiseta o con el codo fuera...
También tienes que tener cuidado en algo tan cotidiano como el aparcar. Debes hacerlo, pero no en aceras y paseos. O con el repostaje. Cuando pares a llenar el depósito, recuerda que has de apagar las luces. Es más, si un agente te pilla con el coche encendido, la multa ascenderá a 300 euros.