Las canciones de Cuatricromía han sido compuestas por Fangoria en colaboración con Guille Milkyway, Jaime Ferrer y Mauro Canut (La sombra de una traición está coescrita con Spam). El diseño de portada es obra de Juan Gatti.El primer sencillo de este trabajo, Dramas y comedias estará a la venta el 26 de enero sólo en formato digital. El CD edición especial y álbum digital de Cuatricomía se pone a la venta el 28 de febrero.
Fangoria vuelve, ¡y de quíé manera!. El dúo madrileño está a punto de presentar su nuevo álbum Cuatricomía, compuesto por cuatro ep's. Cada uno de ellos, representado por uno de los colores de la cuatricomía, encarna uno de los pilares musicales en los que se apoya la obra de Alaska y Nacho Canut.De esta manera, el disco azul pone en primer plano el lado más Pop del dúo. El magenta es el disco dedicado a las canciones influenciadas por el Rock & Roll. El disco amarillo busca los sonidos más electrónicos, y el negro explora el lado gótico de Fangoria.
Alaska ha elegido la sala de monstruos del museo para situar su figura, en vez de la de artistas en la que podría haber estado: "Me vengo con Frankestein, mito sexual donde los haya; además, entre los monstruos clásicos me encuentro mejor que en ningún sitio".Mi novio es un zombi canta Alaska y, sin duda, está ahora más cerca de ellos: "Por fin me encuentro en el lugar al que pertenezco en espíritu, la sala más preciosa del mundo".Para la cantante se ha cumplido un sueño y una promesa que llegó en 1992 por parte del museo, pero que no se pudo llevar entonces a la realidad, "algo de lo que me alegro mucho, porque tendría otras medidas, otra nariz y estaría horrible, así que la espera ha merecido la pena".A Alaska le ha acompañado Mario Vaquerizo, quien ha destapado la figura de la cantante entre "flashes" de fotógrafos, tras asegurar que íél es el Frankestein particular de la artista y que, cuando ella estíé de gira, visitará el museo para no echarla de menos.La cantante vestía el mismo atuendo que su figura de cera, un vestido negro de transparencias y lentejuelas que lució en la sesión de Mario Testino para Vogue. "Me prometieron que tendría una figura antes de que cumpliese 50 años y llega una semana antes", ha asegurado la cantante, quien se mostraba ilusionada y orgullosa de que se respetasen sus tatuajes y las pulseras que acostumbra a llevar.
No te pierdas el videoclip de Desfachatez de Fangoria que ha sido realizado por Marí§al Foríés, producido por Canada y que cuenta con la participación del director de cine Agustí Villaronga (Pa negre y Tras el cristal), Mingo Rí fols, Cristina S, Marta Amenós y Javier Botet, actor conocido por su participación en la saga de terror Rec.El single Desfachatez ya está a la venta en formato digital. Incluye además de la versión original del tema, dos remezclas realizadas por los suecos The Sound of Arrows y Svper (antiguos Pegasvs).
Canciones Para Robots Románticos es el duodíécimo álbum de Fangoria y como cada uno de sus trabajos, es toda una declaración de intenciones hecha a travíés de unas canciones que reflejan el estado de ese mundo imposible de describir pero tan fácil de disfrutar en el que habitan Alaska y Nacho Canut.En su duodíécimo álbum Fangoria revisitan algunos temas habituales en su repertorio y lo hacen a travíés de 12 canciones que ellos mismos han coproducido con Guille Milkyway (La Casa Azul) y Jon Klein (ex Specimen, ex Siouxsie & The Banshees), con los que ya habían trabajado en Cuatricomía.Alaska: “El punto de partida para ambos era hacer canciones para que los robots pudieran bailarla. Luego cada uno se las llevó a su terreno y eso nos satisface mucho a Nacho y a mí porque refleja muy bien lo que somos. Los discos de Fangoria siempre están salpicados de esos singles que conoce todo el mundo pero tambiíén tienen esas canciones que muestran nuestro otro lado. Si solo fuíésemos una cosa o la otra estaríamos un poco cojos, no seríamos del todo lo que somos.Nacho Canut: “Olvido y yo somos gíéminis y no nos podíamos decidir por un productor. Tanto Guille Milkyway y Jon Klein nos apetecían muchísimo así que trabajamos con ambos. Pero hemos intentado que Guille Milkyway no sea tan Guille Milkyway como suele ser y que Jon Klein haga canciones de disco music y más pop“.
En este disco, que se publica el 12 de febrero, Fangoria revisita algunos temas habituales en su repertorio– La inteligencia artificial, El inexorable paso del tiempo, Las maneras de combatir el desengaño sentimental - y lo hacen a travíés de 12 canciones que ellos mismos han coproducido con Guille Milkyway (La Casa Azul) y Jon Klein (ex Specimen, ex Siouxsie & The Banshees). Despuíés de trabajar con ellos en Cuatricromía (2013), Alaska y Nacho optaron por contar de nuevo con ellos. Alaska: “El punto de partida para ambos era hacer canciones para que los robots pudieran bailarla. Luego cada uno se las llevó a su terreno y eso nos satisface mucho a Nacho y a mí porque refleja muy bien lo que somos. Los discos de Fangoria siempre están salpicados de esos singles que conoce todo el mundo pero tambiíén tienen esas canciones que muestran nuestro otro lado. Si solo fuíésemos una cosa o la otra estaríamos un poco cojos, no seríamos del todo lo que somos.â€Nacho Canut: “Olvido y yo somos gíéminis y no nos podíamos decidir por un productor. Tanto Guille Milkyway y Jon Klein nos apetecían muchísimo así que trabajamos con ambos. Pero hemos intentado que Guille Milkyway no sea tan Guille Milkyway como suele ser y que Jon Klein haga canciones de disco music y más pop“
Fangoria está de vuelta y muy pronto podremos disfrutar de Canciones Para Robots Románticos, su nuevo trabajo discográfico. Hace unas tres semanas nos daban la sorpresa con Geometría Polisentimental, su primer single acompañado de un psicodíélico vídeo.Pero si te has quedado con ganas de más música del dúo, ahora nos traen el lyric video de Fiesta en el Infierno.Canciones Para Robots Románticos es el duodíécimo álbum de Fangoria y como cada uno de sus trabajos, es toda una declaración de intenciones hecha a travíés de unas canciones que reflejan el estado de ese mundo imposible de describir pero tan fácil de disfrutar en el que habitan Alaska y Nacho Canut.
Este viernes 12 de febrero se pone a la venta el nuevo y esperado trabajo discográfico de Fangoria: Canciones para robots románticos, el duodíécimo disco del dúo compuesto por Alaska y Nacho Canut. En íél revisitan algunos temas habituales en su repertorio (La inteligencia artificial, El inexorable paso del tiempo, Las maneras de combatir el desengaño sentimental) y lo hacen a travíés de 12 canciones que ellos mismos han coproducido con Guille Milkyway (La Casa Azul) y Jon Klein (ex Specimen, ex Siouxsie & The Banshees).Canciones para robots románticos llega precedido por su potentísimo single, Geometría Polisentimental, una canción que la propia banda ha calificado como “expresamente hecha para robots románticosâ€.
En LOS40 continuan celebrando 50 años de íéxitos con un montón de eventos y de música. El próximo 8 de junio vuelven a festejar #50delos40 con un Básico 40 Opel Corsa de Fangoria, el grupo formado por Alaska (voces) y Nacho Canut (teclados, bajo).Toma nota: el concierto básico será el miíércoles 8 de junio a las 20:00 horas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Un escenario único para unos pocos privilegiados que disfrutarán de las canciones más emblemáticas del dúo. Seguro que sonarán íéxitos como Absolutamente, La pequeña edad de hielo, Criticar por criticar, Dramas y comedias así como sus últimos grandes hits, Geometría polisentimental y Fiesta en el infierno.
Alaska y Nacho Canut, es decir, Fangoria, celebrarán la próxima publicación de la reedición de «Canciones para robots románticos» con cinco conciertos «únicos y especiales», según ellos mismos los califican en un comunicado.Las citas, que reciben el título de «Pianíssimo», serán en el mes de marzo, en el teatro Barceló de Madrid los días 6, 7 y 8 de marzo, y el 10 y 11 en la sala Barts de Barcelona.PUBLICIDADinRead invented by TeadsEstos recitales llegarán divididos en dos partes: «La primera estará basada en el piano sin bases electrónicas, haremos versiones de canciones de toda nuestra carrera arregladas para ese instrumento y con un invitado especial. La segunda será con nuestra formación habitual y tocaremos las canciones nuevas que salen en la reedición junto a otras habituales de nuestro repertorio», aclaran.Las entradas para las fechas de Madrid ya están a la venta en Ticketea y Ticketmaster. y para Barcelona en la web de la sala Barts.«Canciones para robots románticos» es el duodíécimo álbum de estudio de Fangoria, y salió publicado el 12 de febrero del pasado año, y contó con la producción de Guille Milkyway y Jon Klein.
Fangoria ha vuelto y ha estrenado el videoclip de Espectacular, single incluido en Miscelánea de canciones para robótica avanzada, la reedición de su último trabajo, Canciones para robots románticos, que se publicó a principios de 2016 y llegó a ser uno de los discos más vendidos. La nueva edición de este álbum se lanzará el próximo 17 de febrero y llegará en formato doble CD, vinilo y digital.Espectacular, escrito por Alaska y Nacho Canut y producido por Guille Milkyway, no pierde el estilo tan característico de Fangoria, con una melodía y una letra pegadiza. Asimismo, el single viene acompañado de un videoclip floral y lleno de color que transmite muy buen rollo
Han pasado cuatro díécadas del encuentro inesperado en el Rastro de Madrid que cambió la vida de un grupo de jóvenes y de la música española. Ese día, un domingo de octubre de 1977, Enrique Sierra, Nacho Canut, Alaska, el Zurdo y Carlos Berlanga decidieron fundar Kaka de Luxe, un grupo tan punk como su nombre —«Pero quíé público más tonto tengo», se tituló uno de sus íéxitos— que abrió las puertas a la Movida. Luego llegarían Alaska y los Pegamoides —¿quiíén no ha canturreado alguna vez eso de «...bailo todo el día, con o sin compañía...»—; en 1982, Alaska y Dinarama —«...no me arrepiento, volvería a hacerlo, son los celos...»— y, ya en 1989, Fangoria, la aventura en la que Alaska y Nacho Canut siguen inmersos. La pasada semana, y con motivo de la publicación de «Miscelánea de canciones para robótica avanzada», ABC charló con la vocalista en una conversación donde, entre otras cosas, confesó que David Bowie le importa mucho más que la política.Habíéis pasado de las «Canciones para robots románticos» a «Miscelánea de canciones para robótica avanzada».Nosotros, desde hace varios años, no síé ahora mismo si diez o doce, desde hace cuatro o cinco discos, hacemos reedición. Un año despuíés de sacar el disco, sacamos una versión diferente. Hemos hecho de todo: discos en los que la reedición eran solo remezclas, discos en los que fue una actuación en directo... En este caso, nos apetecían canciones nuevas.PUBLICIDADinRead invented by Teads¿De dónde viene vuestro interíés por la robótica?Es un mundo idealizado que nos hemos montado Nacho y yo. No deja de ser una utopía: creemos que ese mundo sería más asíéptico, más tecnológico, más ideal desde nuestro punto de vista de ciencia ficción. Muchas veces, el exceso de sentimientos no es lo mejor que puede pasar. Todo el mundo piensa en ellos como algo bueno: el amor, la compasión, la simpatía... Pero es que tambiíén son el odio, la envidia. Un mundo más tecnológico nos parece mejor. Además, cuando nosotros íéramos pequeños, el mundo que nos vendieron iba a ser de robots. La idea que teníamos del futuro, de lo que ahora es el presente, es la de que íbamos a vivir con robots y a hacer viajes interestelares, y eso se quedó en una utopía o una mentira.Eso de que los sentimientos se idealizan a pesar de no ser lo mejor del mundo, ¿se aprende con la edad?No, no. Siempre hemos sido así. Es fácil rastrear en nuestras letras, desde Kaka de Luxe, desde los Pegamoides, cuando íéramos prácticamente adolescentes y ya existía ese interíés por trascender lo animal que tenemos. Luego, somos una contradicción, porque nuestras letras, muchísimas veces, están basadas en todo lo contrario, en ese tipo de canciones como son las rancheras, los boleros o la copla, donde está enaltecido el sentimiento, el tremendismo, los dramas. Somos una mezcla de las dos cosas.¿No creíéis que, en cierta manera, la sociedad sí se ha robotizado?No, en absoluto, cero. Puede que se haya tecnologizado: limpias tu ropa en una lavadora y no a mano, pero la lavadora no tiene sentimientos. Lava y punto. Cuando nosotros, los humanos, usamos la tecnología, le ponemos sentimientos: mira las redes sociales. Si estuviíéramos robotizados, nadie insultaría ni diría «¡Quíé guapo!». Simplemente mirarían, se informarían.¿Quíé opinión teníéis de las redes sociales?Solo tenemos Instagram, porque nos parece más interesante la idea de una imagen. A la gente que sigo es porque me interesa; a veces ponen cosas que me gustan, y a veces no.El futuro os ha decepcionado con el tema de los robots. ¿Hay otros chascos que se haya llevado vuestra generación?No creo que sea generacional porque no veo a la gente de mi edad muy interesada en el espacio exterior. Creo que era una cosa nuestra. A mí me sigue ocurriendo: me interesa más lo que hace la NASA que el Congreso de los Diputados. Creo que eso no tiene que ver con la generación: aunque fuimos los niños que vieron llegar al hombre a la Luna, para mucha gente eso no significó absolutamente nada.¿Os aburre, entonces, la vida política?No es que nos aburra. Todo a mi alrededor está muy politizado, todo el mundo habla de política, los programas de televisión son de política, todo el mundo tiene una opinión, se crispa... Y de repente se muere Bowie. Y yo pienso que eso es lo importante. A mí Bowie me cambió la vida, y no ningún político. Así que sigo centrándome en las cosas que me importan. Las decisiones que tomen en el Congreso me afectarán, claro que sí: pagaríé más o menos impuestos, más o menos luz... pero eso no me hace ser quien soy.¿Cómo conoció a Bowie?Por un libro que se llama «Gay Rock», de un periodista, Eduardo Haro Ibars. Viendo las fotos, y leyendo las letras, corrí a escuchar los discos.¿Hay algún otro cantante al que vaya a echar tanto de menos?No a ese nivel. Bowie me cambió la vida a los 12 años, porque no solamente me gustaba su música o me parecía un buen artista. A mí me dio otra perspectiva de la sexualidad, de la estíética. Cuando era pequeña, Bowie no le gustaba a la gente, a los críticos de música. Todas las alabanzas que hubo en su muerte no existían en ese momento. Poco menos decían que era una payasa maquillada que no hacía música de calidad.Me parece que, como aníécdota, Nacho contó que para su amistad con Carlos Berlanga fue muy importante la admiración que ambos sentían por Bowie.Claro. En nuestra generación pueden pasar dos cosas: que Bowie te cambiase la vida o que no te interesase nada. En nuestro caso sí nos interesaba a los tres, y por eso nos juntamos.Carlos Berlanga murió en 2002. ¿Cómo lo recordáis?Primero, como un amigo porque todo empezó siendo un grupo de amigos. Luego como una persona con la que era muy difícil trabajar porque Nacho y yo teníamos formas de ver el mundo de la música completamente distintas. Pero fue una persona con la que siempre trabajamos, incluso despuíés de separarnos: uno de sus últimos discos lo producimos nosotros, y yo cantíé en íél porque nunca dejamos de tener relación. Siempre que vemos algo que nos gusta, pensamos: «Esto le hubiera encantado a Carlos».Carlos BerlangaCarlos Berlanga- EFE[Carlos Berlanga, un tímido multifacíético, músico y pintor, publicó su último trabajo, «Impermeable», en 2002, el mismo año de su muerte. Junto a Alaska y Nacho Canut, formó parte de los grupos Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides y Alaska y Dinarama, antes de iniciar una carrera en solitario. Berlanga, con esa gravedad frívola que le distinguía, describió así a Rafael Cervera su adicción a las drogas: «Yo soy drogadicto, ya debía serlo en el útero materno. Empecíé con el vallium, que me ha ido siempre de perlas». Canut, su amigo desde la infancia, lamentó su píérdida en una charla con el mismo periodista: «Es una putada, es imperdonable que se haya dejado morir así.]Además de Bowie, ¿quíé otros intereses os unieron?Pues hacer un disco juntos. A todos nos gustaba la música, los discos que comprábamos, y queríamos pertenecer a un mundo que no sabíamos cómo era, pero que suponíamos mucho más interesante que el que nos ofrecía el colegio, la universidad o las expectativas que los demás tuvieran puestas en nosotros.El Madrid anterior a los 80, ¿era un sitio aburrido?No lo síé. Todo eso es muy relativo. Creo que nosotros hicimos un mundo pequeñísimo, que nos parecía que no era aburrido y sí interesante. Pero estaba constituido por 39 personas, por decir algo. Y unos eran pintores, otros querían hacer cine, otros música... Fuera de eso, la realidad era aplastante: los intereses que teníamos no eran ni mucho menos los que podían interesar, ya no te digo a gente de otras generaciones, sino a gente de la nuestra.Al igual que ahora, esa díécada tambiíén estaba muy politizada.Mucho. Vivimos la Transición, en la que si no eras del PC, porque no eras del PC, y si no eras de Cristo Rey, porque no eras de Cristo Rey... Nosotros no es que estuviíéramos al margen de todo eso, es que estábamos en otro planeta.¿Había presión por tomar partido?No lo siento así. No lo sentí así entonces, y tampoco ahora. Supongo que tambiíén depende del mundo que crees a tu alrededor. Nosotros nos lo hemos currado mucho para que sea uno paralelo y a veces inexpugnable.Y lo que pensara la gente, ¿os importaba?Pues me temo que no. No es agradable que a la cara te llamen «¡Feo!»; no es que seas un híéroe, porque agradecerías que no te lo dijeran. Pero, si lo piensas, va más allá de lo que puedo hacer, y no voy a cambiar una opinión.Volviendo al disco, hacíéis una versión de «Bailando», que sacastíéis en 1982. Media España la canturreaba cuando el PSOE ganó las elecciones y la Transición terminó.Para nosotros fue el final de la primera etapa.En esa versión, tambiíén homenajeáis «Bailando», de Astrud.Astrud es uno de nuestros grupos favoritos. Los descubrimos cuando empezaban y los hemos seguido desde entonces. En este caso, es una versión que hicieron de un grupo que se llama Paradisio y que nos parece genial, porque es la antítesis de Astrud. Paradisio es el prototipo de música italo-disco que no tiene nada que ver con lo que son ellos.¿Algo parecido a lo que hacíéis cuando versionáis «Yo quiero bailar toda la noche» de Sonia y Selena?La idea es que nos gustan las canciones que hablan sobre bailar. Lo que intentamos fue juntarlas. No todas, porque serían veinte horas, pero sí las que más nos apetecían y pegaban entre sí.En otra canción de este disco, pedís estar «lejos de cualquier moral». ¿Os consideráis morales, amorales, inmorales, provocadores...?Me causan más simpatía Dorian Gray, que se podría considerar un amoral, o Baudelaire, que otro tipo de personajes. Pero por carácter, Nacho y yo somos mucho más tranquilos y estables. En este caso, la canción es más una oda al mal gusto. Siempre defendemos lo que puede parecer feo frente a la cultura establecida.¿Hay estíética en el mal gusto?Absolutamente. Pero, además, no lo consideramos mal gusto. Entendemos que cada vez que leemos una crítica sobre algo que nos gusta o nos parece estupendo, no todo el mundo piensa como nosotros.En la portada del disco parecíéis una especie de matrimonio burguíés bien avenido, con un hijo y un perrito que son robots.La portada guarda otro secreto: los verdaderos robots somos nosotros. Es esa idea, como en aquella película, «The Stepford Wives», en la que había una urbanización ideal, donde todas las mujeres esperaban a sus mariditos con el asado puesto en la mesa y luego resultaba que eran robots. Nos gusta mucho eso de que debajo de lo normal, de lo que todo el mundo entiende como normal, a veces están las peores aberraciones.¿Cómo os gustaría ser recordados?No me lo planteo en absoluto. Lo dice alguien que hace Historia: todo el rato estudio personas muertas y lo que han hecho en su vida, pero creo que lo importante es lo que hagas ahora porque cuando mueras no podrás controlar tu biografía.
Fangoria nos tiene acostumbrados a canciones con sonidos tecno-pop, sin embargo, en Pianíssimo, una serie de conciertos en Barcelona y Madrid, mostraron su lado más tradicional. Y así lo podemos ver y escuchar en su último vídeo.El dúo formado por Alaska y Nacho Canut presenta una nueva versión de Disco Sally, uno de los temas de Canciones para Robots Románticos. Con un sonido más clásico, con un piano como instrumento principal, Fangoria interpreta este tema, sin ninguna base electrónica, pero sin perder su esencia y el glamour (y purpurina) que les caracteriza.Y esto es lo que nos encontraremos en Pianíssimo, el disco grabado en directo durante estas actuaciones especiales y que se pondrá a la venta el 3 de noviembre. Asimismo, ellos mismos relatan que, "Fangoria somos un grupo de música pop que utiliza la tecnología moderna (ordenadores, secuenciadores, cajas de ritmos, samplers, programas de grabación) para cantar canciones para robots románticos. Aunque estamos muy cómodos siendo un grupo de tecno-pop a veces nos apetece sacar la parte más de homo sapiens que aún nos queda y prescindir de las máquinas, ya lo hicimos hace algunos años cuando nos travestimos de grupo de rock convencional para unos conciertos especiales, adoptando la tradicional formación de bajo-guitarra-teclado-batería-cantante. Nos divirtió el experimento y decidimos repetirlo pero llevándolo más al extremo, esta vez no sólo sin máquinas, tampoco llevaríamos base rítmica."