EL AURA HUMANA
Si ya hemos dicho que el aura cambia continuamente de color en el hombre en función de su estado emocional y mental podremos comprender fácilmente que entre el recien nacido y el anciano, el aura sufre una serie de transformaciones.
En el nacimiento el bebe tiene un aura fundamental propia, pero esta absorbida o impregnada por la de la madre, ya que la dependencia es total en los primeros meses de vida.
Cuando comienza a crecer, se produce una separación de las auras pero incluso despuíés de la separación ambas auras quedan impregnadas durante un mayor tiempo. Se conocen casos de niños huíérfanos que mantienen el magnetismo materno incluso años despuíés del fallecimiento de ella, y es que realmente el niño vive cubierto del aura materna hasta llegar a la edad de 7 años momento en el cual asume su propia independencia y se auto reconoce conscientemente como individuo.
Es entonces cuando por decirlo de alguna manera "carga" su propia aura y se desprende de la de su madre de la misma forma que la serpiente cambia de camisa al llegar la primavera.
En este periodo de despiertan los instintos sexuales. El aura en esta edad no es muy extensa y predomina el aspecto energíético de salud , a excepción de algunos niños prodigio que ya han desarrollado su aura como hombre.
La Adolescencia se presenta como un huracán y aparecen todas las fuerzas ocultas enterradas en el subconsciente que se agolpan a la puerta del alma para salir a la superficie, de golpe, atropellándose las unas a las otras en forma de deseos, pasiones, instintos ignorados, plenitudes morbosas y desconocidas, que tornan los colores del aura turbios y confusos.
Todo el pasado se refleja en esos instantes en el alma del joven y creo que no hay un adolescente en el mundo que pueda tener una entrada a la juventud de forma serena y ordenada, porque todos tenemos acumuladas una gran cantidad de experiencias ocultas en el subconsciente procedentes de vidas anteriores y que al llegar la adolescencia explotan como un volcán.
Por consiguiente el aura es entonces desordenada, variante y de colores fuertes.
Esa es la razón por la cual la adolescencia es la etapa más difícil en la educación del ser humano, donde comienzan los problemas de comunicación generacionales, pero a su vez, esa es el motivo más importante para el cuidado y atención de nuestros adolescentes.
La siembra de actitudes de comportamiento, prioridades de vida y busquedas espirituales de esa etapa son las semillas del futuro ser humano.
Una vez superado el "Rubicón" de la adolescencia, el aura del joven convertido en adulto, afirma sus colores y aspecto fundamental, según su trayectoria.