Semana trágica en lo que se refiere al sector bancario. Empezamos con unos píésimos resultados del británico RBS, con avisos de posibles fuertes píérdidas de Commerzbank, y terminamos con el desplome de todo el sector ante el temor a que en el Reino Unido termine por nacionalizarse a toda la banca.
En los otros sectores tampoco ha habido buenas noticias. Especial castigo al sector tecnológico a nivel mundial tras las malas cifras de Microsoft, Nokia, Sony y LG.
El nuevo presidente Barak Obama avisa ya de que la recesión será profunda. Habrá que esperar a la próxima semana para conocer cómo se van a estructurar estos 800.000 mn. de dólares prometidos, y, sobre todo, cómo lo toma el mercado.
En Europa, la Comisión Europea se ve obligada a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento, y ya son tres veces desde otoño. Estima ahora una caída del crecimiento del PIB para el conjunto de la zona euro del -1.9%. Revisión tambiíén de las estimaciones para la economía española: -2.0% en 2009 y -0.2% en 2010. Claramente, más pesimistas que las del gobierno.
Malas noticias tambiíén en las cifras de desempleo. Según la EPA, el número de parados supera los 3.300 mil, con lo que la tasa de paro se sitúa muy cerca del 14%. Además, S&P’s teme los efectos de la profunda recesión sobre las finanzas públicas, y como consecuencia, rebaja el rating de la deuda del Estado español desde AAA a AA+.
El Ibex cierra la semana con caídas, arrastrado por el sector bancario. A destacar el buen comportamiento relativo de Bankinter, tras presentar sus cifras del cuarto trimestre, y las caídas de Santander, por su exposición al británico Royal Bank of Scotland.