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Cristina J. Orgaz @cjorgaz
BBC News Mundo
Si le hubiéramos pedido una entrevista a James Clear es probable que hubiera declinado amablemente la invitación.
El autor del bestseller "Atomic Habits" y responsable de una newsletter semanal con 650.000 suscriptores, Clear tiene las entrevistas en la columna de "deudas de tiempo".
Y esto, según su filosofía, le robaría uno de sus activos más valiosos.
Básicamente, la deuda de tiempo es cualquier cosa te comprometa a realizar un trabajo inevitable en el futuro.
El ejemplo más claro de esto, dice, es hacer mal las cosas la primera vez.
Si olvidas algo importante de tu lista de la compra cuando estás en la tienda, es probable que tengas que volver al supermercado en un horizonte no muy lejano.
Otro ejemplo de deudas, dice, es el correo electrónico.
Enviar uno implica que te comprometes a leer la respuesta y a responder más tarde.
Son tareas que "te costarán tiempo adicional en el futuro" y es probable que dañen tu productividad y tu concentración.
"Esto no quiere decir que todas las deudas de tiempo sean malas. Quizás te guste servir en el comité de su escuela o ser voluntario en una organización local", explica el gurú en su blog.
"Sin embargo, cuando haces estos compromisos, también estás creando una deuda de tiempo que tendrás que pagar en algún momento. A veces vale la pena recortar el número de deudas que asumimos, pero otras veces no", dice.
Y es que para Clear el tiempo siempre ha sido un factor clave de éxito y, de hecho, su libro explica cómo hacer que juegue a tu favor. A favor de tu carrera, de tu salud o de tu vida personal.
Existen diversas estrategias que en lugar de robarte tiempo futuro, te ayudarán a ganarlo.
Es lo que se conoce como "activos de tiempo".
"Cada activo de tiempo que creas es un sistema que trabaja para ti día tras día", dice Clear.
Es como multiplicar el tiempo. Pero, ¿es eso posible?
Construyendo un sistema
Lo primero que hay que hacer es repasar nuestras tareas habituales y decidir en cuáles podríamos ahorrar tiempo si tuviéramos a mano la herramienta correcta.
"Vigilo a mis empleados con un programa que toma fotos de sus pantallas"
En el caso de las páginas web, los FAQ o preguntas frecuentes, ahorran tiempo a las marcas al elaborar una lista con las dudas más habituales de los clientes.
Hoy casi no existe una web de servicios sin ella.
Al crear un apartado con las preguntas más frecuentes, las empresas se ahorran tiempo en contestar una y otra vez las mismas preguntas de los usuarios.
Pero un ejemplo en la vida real podría ser llevar la ropa a la lavandería.
No tendrás que lavarla ni plancharla, lo que te ahorrará una cantidad ingente de tiempo (aunque no de dinero).
Hay 4 principios que pueden ayudarte a establecer un sistema que te haga ganar tiempo, en vez de deberlo:
1.- Priorizar
En esto es clave hacer las preguntas correctas, porque tener claras cuáles son las tareas que debemos completar primero nos ayuda a ganar tiempo de cara al futuro y a ser más productivos.
"Lo que no se puede medir, no se puede mejorar", decía el célebre escritor y consultor Peter Drucker.
Para ello es importante estar centrado y mantener la atención.
Lo urgente y lo importante: un secreto del legendariamente productivo expresidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower
Según un estudio publicado en Reino Unido en 2014, el 36% de los encuestados perdía una hora de productividad al día revisando correos y redes sociales.
No dejes que te pase.
El método que más efectivo ha demostrado ser es el de la matriz de Eisenhower, un cuadro simple al que le pide que clasifiques tu trabajo entre lo urgente y lo importante.
2.- Delegar
No tiene por qué ser en otras personas.
A día de hoy existen programas o apps que son capaces de hacer por nosotros algunas tediosas tareas.
Por ejemplo, la contabilidad.
Si cada día introducimos en un programa cuales han sido nuestros gastos, cuando llegue el momento de hacer la declaración no gastaremos una cantidad enorme de tiempo rastreando lo que hicimos en el último año.
3.- Decir que no
Antes de aceptar una nueva responsabilidad o un compromiso, hay que sacar la agenda y ver si realmente tenemos tiempo para aceptar lo que sin duda será una deuda de tiempo.
Por ejemplo, para Clear aceptar una entrevista supone comprometer tiempo a futuro, por eso no siempre lo hace.
El escritor propone ser "ser selectivamente ignorante".
"Ignora los temas que mermen tu atención. Deja de seguir a las personas que agotan tu energía. Abandona los proyectos que le quitan el tiempo", afirma.
Y sobre todo, nunca digas que sí a algo por obligación o que te comprometa en exceso.
Hay algunos compromisos para los que si querrás hacer tiempo como las actividades familiares, quedar con amigos o aprender cosas nuevas.
Pero también existen los compromisos que nos robarán tiempo y a los que tendremos que atender porque dijimos que si en el pasado.
4.- Tener conciencia del tiempo disponible
Si uno quiere ahorrar dinero, hace una lista de gastos mensual para evaluar donde podría recortar.
Con el tiempo pasa lo mismo.
Por eso es importante hacer una evaluación inicial de en qué se nos va el tiempo.
"Las deudas de tiempo se acumulan cuando uno no sabe que está dedicando más tiempo del que tiene o no está utilizando el tiempo sabiamente", explican desde el blog sobre productividad RescueTime.
"Por lo tanto, tiene sentido que, para cambiar esa tendencia, necesites una comprensión profunda de dónde se te escapa realmente tu tiempo".
Cómo arreglarlo
Pero cuando todo se nos ha ido de las manos, hay una regla que puede enderezarlo todo: "págate a ti mismo primero".
"La capacidad para usar adecuadamente el tiempo depende de estar saludable y feliz", dicen los expertos de RescueTime.com
En otras palabras, priorízate.
Esto significa reservar tiempo para descansar y recargar energías, desconectarse del trabajo y buscar pasatiempos y, sobre todo, equilibrar la vida laboral y personal .
De esta forma no acabará el día y sentirás que el tiempo se te ha escapado o que nunca tienes suficiente para las cosas que te gustan.