CORAL
Las supersticiones relacionadas con el coral se centran en su eficacia como amuleto, además de ser componente de muchas pócimas mágicas, como el coral blanco pulverizado.
Según los griegos el coral es la sangre de Medusa, cuya cabeza cortó Perseo. Sus cabellos eran serpientes, y de ahí tomó el coral sus virtudes contra las mordeduras de ofidios (serpientes) y escorpiones.
Su variedad gorgonia destruía los torbellinos y era muy eficaz contra los rayos y las tormentas en general.
El coral utilizado como amuleto, sirve para proteger a los niños de sus pesadillas, además de aliviar los dolores de la boca en época de dentición.
El tañido de campanas hechas con coral ayudaba a alejar los malos espíritus y protegía de las brujas.
El coral llevado como amuleto protegía contra el mal de ojo.
Existía la creencia de que el coral de color rojo podía cicatrizar las heridas, ya que era capaz de contener las hemorragias. Además, podía sanar las enfermedades de la piel, la disentería, la peste, la tuberculosis, etc.
El coral negro es capaz de mantener modelos de negatividad, estimulando el mantenimiento de las imitaciones o cristalizaciones que haya en la mente y en el sentimiento de quien lo lleve. Por lo tanto, no es una gema que se deba llevar para tener buena suerte.
Antiguamente se utilizaba para la magia negra y en los lugares donde se encontraba estaban muy extendidos los ceremoniales relacionados con este tipo de magia.