VEINTE PASOS PARA LOGRAR LA PROYECCIí“N EXTRACORPí“REA
Aquellos neófitos que no deseen esperar a que la EEC les acontezca de forma espontánea el mejor camino es el del esfuerzo consciente.
Un porcentaje elevado de personas que han practicado tíécnicas a diario generalmente han tenido su primera experiencia un mes despuíés, pero para ello es preciso mucha preparación mental y auto-control además de paciencia. Yram, un ocultista francíés del siglo pasado que aprendió a proyectarse a voluntad, sugería que hacía falta buena salud, vida apacible, facilidad para relajarse y preparación física. Los experimentos en laboratorio han mostrado que lo ideal es un estado de relajación física y alerta psíquica.
Recomendaciones básicas:
" Para tomarse en serio esta práctica tiene que dedicarse cierto tiempo del día a la misma. Diez minutos diarios pueden ser suficientes, pero es preciso estar relajados: no puede practicarse con prisa ni ansiedad.
" Es conveniente que antes de los ejercicios el estómago estíé vacío y, preferiblemente, no haber comido en cuatro horas.
" Es esencial practicar en un cuarto tranquilo donde nadie pueda molestarnos.
" Las mejores horas parecen ser una hora antes de la medianoche y hasta las tres de la mañana, pero para muchos es mejor al despertarse.
" Las tormentas y una humedad ambiental elevada son contraproducentes.
" Un estado de alerta mental, incluso de ensueño, ayuda a "desconcentrar" la conciencia.
" Un fuerte deseo de proyectarse y la visualización de uno mismo proyectado favorecen la experiencia de la EEC.
" La mayoría de las personas que tienen la experiencia por primera vez, ya sea espontánea o inducida, sienten miedo en el momento de la separación, pero a veces íésta ocurre de forma tan instantánea que el miedo sobreviene despuíés, cuando se ven desde arriba. Una de las mejores formas para superarlo es repetir sin cesar alguna afirmación: "Estoy protegido, todo va bien", por ejemplo. Tras varias experiencias con íéxito, el miedo disminuirá. Para aumentar la claridad y la movilidad, sólo hay que desear regresar al cuerpo.