Por... Yuka Hayashi
La decisión se tomó a pesar del intenso cabildeo de las industrias de restaurantes y bebidas de EE. UU. que ya se están recuperando de la pandemia de Covid-19.
Más del 80% de la carga de los aranceles es absorbida por las empresas y los consumidores estadounidenses, en lugar de por los productores de vino europeos, dicen los importadores de vino.
WASHINGTON — La administración Biden dice que no pondrá fin a los aranceles sobre el vino, el queso y otros alimentos importados de Europa en el corto plazo, para consternación de los grupos de la industria que dicen que los impuestos están perjudicando a los restaurantes y consumidores estadounidenses.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos dijo el viernes que por ahora no era necesario suspender los gravámenes, que fueron impuestos por la administración Trump como parte de una disputa de larga data con la Unión Europea sobre los subsidios a aviones comerciales.
En una presentación regulatoria, el USTR dijo que "continuaría considerando la acción tomada en la investigación", refiriéndose a una disputa de 17 años sobre cómo los gobiernos subsidian a Boeing Co. y Airbus SE. La administración Biden ha dicho que está revisando los aranceles y otras acciones importantes de política comercial adoptadas por la administración anterior.
Bajo la administración Trump, la disputa se convirtió en una lucha arancelaria que atrapó a las industrias de alimentos y bebidas no relacionadas con la fabricación de aviones. Washington impuso aranceles a 7.500 millones de dólares en vino y alimentos europeos como queso y aceitunas a fines de 2019.
