https://mysteryplanet.com.ar/site/el-caso-de-harry-turner-seres-y-portales-interdimensionales/?fbclid=IwAR1pyqJq87iS08qTA877o7UO3Gg736sYbKaH-VmWiJ2vFEYEqpazwy4UF1UEl caso de Harry Turner, ¿seres y portales interdimensionales?
La segunda hipótesis más popular, tras la extraterrestre, es que algunos ovnis provienen de otras dimensiones, o al menos sus tripulantes se valen de la existencia de estas para sortear las vastedades del universo. Y cuanto más la astrofísica estudia estas posibles dimensiones, más nos damos cuenta que algunos incidentes ovni reportados en el pasado podrían ser una manifestación de su existencia.
Incluso archivos desclasificados del FBI nos hablan sobre «visitantes interdimensionales». No toda experiencia con los ovnis se limita a luces en el cielo, naves en forma de platillo, o escalofriantes exámenes médicos practicados sobre humanos abducidos. Algunas de ellas son mucho más complejas, desafían el espacio-tiempo, y ponen en tela de juicio lo que sabemos de nuestra propia realidad. Tal es el caso que exponemos a continuación (videoprograma incluido cortesía de nuestra amiga Sonia Gupta). Harry Turner, 1979 En septiembre de 1979, Harry Turner, conductor de un camión de transportes, despertó en su vehículo estacionado en un parqueadero. El único problema es que no tenía memoria alguna de cómo diantres había llegado allí. Se esforzaba por recordar algo cuando notó que su revolver estaba a su lado, junto con los casquillos de las ocho balas disparadas. Esa imagen hizo que su mente se activara y el extraño episodio que provocó dicho frenesí volviera a estado consciente.
De acuerdo a lo que pudo rememorar, él viajaba por la solitaria carretera desde Winchester a Fredericksburg, Virginia, cuando una extraña luz se aproximó de prisa a su camión y lo envolvió por completo. Aparentemente ya no tenía el control del volante y mientras intentaba recuperarlo el vehículo se elevó y algo o alguien abrió la puerta de la cabina.
Lo próximo que sintió el camionero fue una desagradable pero fuerte sensación de presión sobre su hombro que lo mantenía firme sobre el asiento, como si un ser invisible estuviera allí sujetándolo. Ante el miedo y la desorientación, lo único que atinó a hacer fue tomar el revolver que llevaba consigo y disparar a lo que fuera que estaba allí fuera. La presión sobre su hombro cesó, pero consumido por la inusual situación perdió la consciencia.
Así fue como despertó finalmente en el parqueadero del almacén. Su reloj pulsera marcaba que eran pasadas las 11 pm. Sin embargo, el reloj en el muro del edificio decía que eran las 3 am. Asimismo, al examinar su camión pudo darse cuenta que solo había viajado 17 millas de las 80 que tenía el trayecto hacia allí. ¿Transferencia de superpoderes? Ya transcurrido el inexplicable incidente, Turner comenzó a tener experiencias aún más extrañas. Una noche, mientras intentaba quedarse dormido en su cama, miro al techo y vio que éste se había vuelto transparente, podía ver a través de él las estrellas del firmamento nocturno. Pero eso no fue todo, al darse vuelta para despertar a su esposa pudo verle el esqueleto y órganos internos tras una piel trasluciente, tal como si tuviera una visión de rayos-X.
Turner estaba convencido que estas habilidades superhumanas y esporádicas estaban de alguna manera conectadas a su experiencia en la carretera. Con el tiempo, más memorias del suceso emergieron. Por razones que desconoce, le vino a la mente el nombre de Alfa Centauri, algo de lo cual jamás había oído hablar… Ultraterrestres También recordó que la pérdida de tiempo manifestada en la diferencia entre su reloj y el del almacén se debió a una especie de portal que lo transportó a una ciudad situada en un mundo a unos pocos años luz del sistema estelar mencionado anteriormente. Allí pudo finalmente visualizar a sus captores: «vestían de blanco, como si fueran doctores, y tenían números escritos en sus cabezas». Los caratuló como «ultraterrestres».
Turner declaró que estos ultraterrestres pertenecían a un mundo que sufrió un holocausto nuclear y que su misión era prevenir que algo similar ocurriera en la Tierra. «Vinieron para ayudar», explicó. «Pero ellos creen que ya hemos llegado demasiado lejos aquí y que el fin es inevitable». Las visitas continúan A medida que intentaba darle curso a su vida luego de sufrir el incidente en la carretera, el camionero fue visitado por seis de estas criaturas, que nuevamente tenían una naturaleza invisible. No obstante, aseguró haber «noqueado» a cinco de ellas. En otra ocasión, dejó su casa y regresó empapado sin poder recordar el porqué (ya que ni siquiera llovía); probablemente otro ejemplo del fenómeno de «tiempo perdido» como el que tuvo en su viaje a Fredericksburg. Su comportamiento se volvió algo errático, más sensible, y en algunas ocasiones los animales reaccionaban de manera extraña ante su presencia.
Los presuntos efectos colaterales continuaron hasta el punto que lo llevaron a un encontronazo con la ley. Mientras conducía su coche se le apareció una de las criaturas invisibles, que lo alteró de tal manera que le hizo acelerar y exceder la velocidad permitida. Esto lo llevó a una persecución con la policía que finalmente lo detuvo bajo los cargos de conducción imprudente y haber hecho caso omiso a las señales de alto. Pero allí no terminaría la cosa, Turner batalló durante algún tiempo con pensamientos suicidas y un pitido en sus oídos, al igual que con los mensajes que seguiría recibiendo por parte de los ultraterrestres. Hasta acudió a la Biblia para encontrarle algún tipo de sentido a lo que le ocurría. «Veinte años desde ahora, probablemente tampoco sepa qué sucedió aquella noche», sentenció Turner en aquel entonces. Y el tiempo pasó y no mucho más se supo sobre este hombre, algo que sorprende a algunos ufólogos cuyas investigaciones arrojaron pocos datos, entre ellos que Turner sirvió en la Marina de los Estados Unidos.
Por Arkantos Khan.