El petróleo ha tenido un repunte vertiginoso desde que cayó a mínimos históricos en abril de 2020 (el WTI se negoció brevemente en territorio negativo) ya que la demanda ha regresado pero los productores han mantenido la oferta bajo control.
Las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania, así como en Oriente Medio, también han provocado nerviosismo en el mercado.