El valor de la vivienda en Puerto Rico cayó un 25 por ciento desde 2007 debido a la crisis económica y el exceso de oferta, lo que supone una píérdida de riqueza para los propietarios de cerca de 30.000 millones de dólares.
El director de la firma de asesoría económica Estudios Tíécnicos, Josíé Villamil, señaló hoy a Efe que ese dato es resultado de un estudio llevado a cabo por su empresa para el Banco de Fomento y la Asociación de Bancos de Puerto Rico
La cifra, aseguró, sale de restar el 25 por ciento estimado como caída media por los tasadores al valor del inventario de la propiedad residencial en Puerto Rico en 2007.
El economista subrayó que la situación es grave y sin que se prevea una recuperación del mercado inmobiliario en la isla caribeña hasta por lo menos dentro de dos años.
"El entorno económico no ayuda", dijo Villamil, tras destacar que el sector de la construcción e inmobiliario constituyen una de las principales fuentes de riqueza de Puerto Rico.
Villamil explicó que el impacto para los puertorriqueños es considerable, dado que el ahorro de los habitantes de la isla está depositado, mayoritariamente, en las viviendas en propiedad.
El directivo aclaró que la píérdida de valor de las viviendas va paralela a la caída de la economía en general en Puerto Rico, que sufre un díéficit fiscal cercano a los 3.200 millones de dólares y va a entrar en su quinto año de recesión, lo que ha provocado un desempleo que roza el 17 por ciento.
El presidente del Appraisal Institute Puerto Rico -la principal asociación de tasadores de la isla-, Juan Carlos de Jesús, dijo a Efe que es obvio que las propiedades inmobiliarias han perdido valor durante los últimos años.
De Jesús indicó que la caída de los precios ha sido especialmente significativa en las propiedades de más de 250.000 dólares, pero matizó que en construcciones de valor inferior las bajadas no fueron tan acusadas.
Roberto Carrasquillo, presidente de una asociación de compañías inmobiliarias de la ciudad de Caguas, explicó que la crisis económica y el elevado desempleo que la acompaña ha forzado a muchos puertorriqueños a vender sus propiedades por debajo del valor real, lo que se ha traducido en la devaluación del sector.
Carrasquillo propuso la puesta en marcha de un grupo de trabajo compuesto por miembros del sector y el Gobierno para afrontar la crisis que sufre la industria inmobiliaria en Puerto Rico.
La Asociación de Constructores de Hogares (ACH), que reconoce una depreciación del valor de la vivienda más moderada que la que señala el informe de Estudios Tíécnicos, apunta que más de 11.000 viviendas permanecen sin venderse en Puerto Rico.
El presidente de la ACH, Hans Moll, destacó que la crisis y la ralentización de la economía provocaron que en 2009 se vendieran sólo 5.000 viviendas, cuando el país necesita anualmente 20.000 para satisfacer las necesidades de su población