Por Kyle Stock
Con suministros de batería escasos y clientes ansiosos, las compañías automotrices solo están produciendo vehículos eléctricos costosos.
Jack Norton, profesor de historia en Minneapolis, comenzó a comprar un vehículo eléctrico a principios del año pasado. Sus requisitos eran simples: tracción total y un precio de menos de $55,000.
Al principio, Norton notó que se enviaban pocos vehículos eléctricos a Minnesota, donde las compañías automotrices se enfrentan a mandatos de emisiones más flexibles que en gran parte de los EE. UU. Así que amplió su búsqueda a otros estados, y luego llegó el impacto de la etiqueta. Los escasos modelos eléctricos que Norton pudo rastrear en los concesionarios solo estaban disponibles en las mejores versiones y por cantidades muy por encima de los precios iniciales que había visto en anuncios y presentaciones de lanzamiento de productos.
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El embajador de China en EE. UU. advirtió contra los riesgos potenciales de tratar de aislar al país y utilizó una visita al salón del automóvil de Detroit para resaltar los intereses "entrelazados" de las dos economías más grandes del mundo.
“Desvincularse de China significa desconectarse del mercado más grande del mundo, así como de la mayor oportunidad”, dijo Qin Gang en una entrevista en el salón del automóvil el miércoles. Los intereses de ambas naciones están "entrelazados", dijo, y señaló que los últimos modelos de General Motors Co. están "diseñados, desarrollados, producidos y vendidos" en China, mientras que más automóviles fabricados en China se exportan a Estados Unidos. resto del mundo.
